Pido la palabra

No es fácil

A mediados de los años setentas, algunos aprendices de brujo nos metimos a realizar cine documental. Y creo que les entramos a todos los temas propios del subdesarrollo.

Nos apañamos con la deforestación, el alcoholismo, la prostitución, la situación carcelaria, la pobreza en el campo, la vida en los tugurios, la desnutrición. En fin, no dejamos títere con cabeza. En todos esos documentales hicimos diagnósticos, análisis, crítica acerba. Pero, invariablemente, muchos nos apuntaban con el dedo: "Ustedes plantean los problemas, se quieren comer vivo a todo el mundo, pero no proponen soluciones".

Y nuestra respuesta era también invariable: "Estamos haciendo cine documental. Al pedirnos plantear las soluciones, lo que nos están pidiendo es que hagamos cine ficción, es decir, que hagamos películas en las que inventemos la historia, dramaticemos el asunto, pongamos actuación y rematemos con un bien jalado happy end . Si quieren soluciones -sentenciábamos-, pídanselas a los políticos".

En estos días, en la Universidad de Costa Rica se han organizado tribunas académicas para conocer las ideas y planteamientos de los candidatos a la Presidencia.

Con la excepción de uno que no compareció, casi todos ellos han hecho adecuados diagnósticos acerca de los problemas nacionales. Dan cifras, analizan, pero obvian -en la mayoría de los casos- la propuesta de posibles soluciones. Yo los entiendo: no es fácil hacer cine ficción. Aunque sean consumados actores.