Dejaron atrás el miedo y reconocieron sus inclinaciones

Los "gays" del deporte

Varios atletas han declarado abiertamente que son homosexuales o lesbianas

Muchos deportistas rompieron el silencio y dieron a conocer su inclinación sexual. La última que declaró su lesbianismo, días atrás, fue Sheryl Swoopes, jugadora de baloncesto.

La estadounidense, de 32 años, mejor jugadora de la WNBA con el equipo Cornets, habló a la revista ESPN The Magazine.

Swoopes reveló que quería dejar las sombras para intentar llevar una vida normal con su pareja Alicia Scott y con su hijo de ocho años, fruto de un pasajero matrimonio hace unos años.

"Simplemente estoy en un punto en mi carrera en el cual estoy cansada de pretender ser alguien que no soy. Estoy cansada de esconder mis sentimientos acerca de la persona que me importa. Acerca de la persona que quiero", dijo Sheryl.

"Mi vida en el vestidor fue miserable", declaró la ganadora del oro en los Juegos Olímpicos.

Ella se une a una lista de deportistas que han decidido dejar atrás el miedo y aceptar públicamente sus inclinaciones.

Uno de los casos más sonados fue el clavadista Greg Louganis, de Estados Unidos. El atleta ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Montreal 76 y cuatro preseas de oro en los Juegos de Los Ángeles 84 y Seúl 88.

En la capital coreana, Louganis dio de qué hablar. En una de las pruebas se golpeó la cabeza fuertemente y sangró en la piscina. Años después declaró que era homosexual (1994) y en 1995 aseguró padecer de SIDA desde 1988. Por eso dijo que en Seúl sintió miedo de haber contaminado a sus compañeros, tras el golpe.

El béisbol tampoco se ha escapado de este tipo de confesiones, ya que el exjugador Billy Bean también lo reconoció.

En los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, las atletas Camelia Anderson y Mia Hundvin escribieron su propia historia.

Ellas revelaron su romance y al tiempo formalizaron su relación al casarse en Dinamarca.

Pero todas estas decisiones han sido tomadas después de muchos años de sufrir y esconder su verdadera identidad.

Así lo refleja la vida de uno de los jugadores de voleibol de Brasil, Luis Claudio da Silva. Este joven fue objeto de bromas de sus compañeros, por el tipo de ropa que usaba o por los programas televisivos que observaba.

Por eso, luego de soportar años de burlas, salió a los medios para declarar que era homosexual.

Al mismo tiempo pidió ser valorado por su juego.

Claves Escondido.Se dijo que la tenista española Conchita Martínez mantuvo una relación con Gigi Fernández (EE.UU.). Sin tapujos. El clavadista Greg Louganis aceptó en 1994 su homosexualidad. Fue uno de los primeros en hacerlo. Halagado. El medallista olímpico Ian Thorpe no aceptó ser homosexual, aunque dijo sentirse halagado de ser visto como tal. Luchadora.Leigh-Ann Naidoo. que compitió en los Juegos Olímpicos de Atenas, es embajadora de los Juegos Gays. Batazo. El exbeisbolista Billy Bean es el único jugador profesional en este deporte que ha reconocido que es gay. Al altar. Las jugadoras de balonmano Camelia Anderson y Mia Hundvin se casaron. Pero actualmente están divorciadas. De armas tomar.La boxeadora Ramona Gatto se declaró lesbiana y lucha junto a su hija por sus derechos.

Amelie habló claro

Con una convocatoria a la prensa internacional en 1999, una de las mejores tenistas del mundo, Amelie Mauresmo, anunció que era lesbiana.

La confesión de la francesa causó diferentes reacciones. Sus patrocinadores y seguidores la apoyaron en todo momento, mientras que otras compañeras no lo vieron tan bien.

Una de ellas fue la tenista Martina Hingis, que la atacó diciendo que era "medio hombre".

Pero eso poco le importó a la francesa, que siguió con normalidad con sus relaciones. En el 2000 se dio a conocer su ruptura con su novia Sylvie Bourdon, propietaria de un club nocturno.

Al mismo tiempo inició otra relación con Pascal Arribe, que duró cerca de dos años.

En su carrera, Mauresmo ha cosechado diferentes éxitos, siendo uno de los más importantes la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, mismo año que llegó a ser la número uno a nivel mundial.

Su única gran desilusión es que no ha podido ganar ningún Grand Slam.