Jorge Martínez, Periodista

"Quiero ser director de deportes"

En la familia Martínez, llamarse Jorge es casi una tradición: él es el tercero, pues su padre y abuelo llevan el mismo nombre

Jorge Martínez está en el lugar y el momento preciso para que le ocurra todo lo bueno que ha soñado.

Él sabe que pertenece a la generación que muy pronto deberá relevar a los maestros. Sus anhelos profesionales son muy ambiciosos, y sin pelos en la lengua asegura que le gustaría algún día ser director de deportes del 7.

También quiere probarse en canales deportivos internacionales como ESPN y CNN.

"Jota" -como le dicen en el medio- fue ascendido hace un mes y medio al cargo de coordinador de deportes de Telenoticias.

Distribuir tareas, analizar temas, llamar a las fuentes y presentar la sección son ahora parte de las responsabilidades que lleva a cuestas junto a un equipo que él describe como "unido y apuntado".

"El reto es bonito, aunque mentalmente es muy desgastante", pero -añade medio en broma y medio en serio, "lo mejor es que me pagan bien por divertirme".

Uno de los momentos más emotivos, en 12 años de carrera profesional, lo vivió el año pasado durante la inauguración de los Juegos Olímpicos en Grecia.

"Ver esa cantidad de gente y la majestuosidad del evento me hizo llorar".

Hablantín

De pequeños van para grandes dicen por ahí, y esto fue lo que le sucedió a "Jota" quien de niño era muy hablantín y tranquilo, según le cuenta su mamá.

Se pasaba el día jugando fútbol, béisbol, baloncesto o nadando y corriendo, aunque también era un alumno muy aplicado en los estudios (Colegio Claretiano).

Su abuelo paterno (Jorge Martínez) es su mentor; él fue presidente del Club Sport Herediano y siempre veían juntos los resúmenes deportivos en la televisión.

"Recuerdo que pasaba mucho tiempo en su casa, veíamos los partidos y todo lo relacionado con ellos. Él despertó en mí la pasión por los deportes; sé que desde el cielo me está viendo y está orgullo de lo que soy", explicó muy emocionado.

La adolescencia le llegó tardía, su primer "jeans" lo tuvo a los 15 años. Él prefería vestir pantaloneta y buzos, pues la moda no era lo suyo.

"Un día me invitaron a una fiesta y recuerdo que todos los carajillos llegaron con chaquetas de mezclilla y vestidos de la época, pero yo me veía desfasado", comentó entre risas.

Jorge asegura que está solterito porque aún no ha llegado la persona indicada.

Sus múltiples obligaciones a veces son un peso que no ha sido fácil de llevar para las mujeres que han compartido su vida, comentó.

Sobre el rumor de que él "anda" con Leonora Jiménez, actual Miss Costa Rica Mundo, no se quedó callado y afirmó que solo son amigos, aunque le encantaría que "pasara algo más".

"Ella es una mujer más bella por dentro que por fuera; es inteligente y aficionada al fútbol. Es encantadora", aseguró sin guardarse nada.

Pocas son las cualidades que él busca en una mujer: comprensión, seguridad, independencia, alegría, compañerismo y que prefiera entretenerse con algo sencillo, como una película o una conversación, a salir a un bar.

Nunca ha sido muy "noviero". En el "cole" no le daban pelota, pero la vida es una ruleta y una de las chicas que lo rechazó años después lo buscó para concretar un amorío; sin embargo, ya era tarde: él se negó.

Lo mejor de la soltería -afirma- es no tener que darle explicaciones a nadie, y lo peor son esos momentos de soledad en los que se añora la compañía y un cariñito.

Jorge Martínez es un hombre seguro y aunque se dicen muchas cosas de él (que es un "perrillo" o "gay") esto solo le causa risa porque ninguna es cierta, pese a que le han causado molestias, principalmente la segunda que ha llevado a más de uno por ahí a insinuarse.

Este herediano se define creyente, mas no fanático. "Jota" no necesita estar metido en una iglesia para tener una conversación fluida con Dios. Con respecto a la música tiene un gusto amplio, oye desde ópera (su familia la ponía desde que era niño) hasta bandas de rock, como La Ley. No sintoniza ni reggaetón ni salsa, pero si se defiende bien en la pista.

Mantenerse bien físicamente no es una obsesión. Él se cuida por salud y no por ser un galanazo.

"Mi genética hace que suba rápido de peso, aunque también bajo ligerito con solo disminuir la cantidad de comida que consumo"

Sus amigos son su gran tesoro, algunos los acompañan desde que era niño.

Con ellos mantiene dos promesas: jugar lunes y martes fútbol en una cancha en Tibás y comer chifrijo los jueves en Long Horns, en su provincia Heredia.