San José Costa Rica. Edición del 09/octubre/2005. | Ir a Al Día |
Sylvia Blanco hora de sonreír Juan Pablo CarranzaLos tres años más recientes en la vida de Sylvia Blanco han sido muy difíciles. Una casa más vacía y la ausencia de ese compañero que tanto anhela hicieron que, incluso, algunas noches llorara por sentirse sola. Pero no se dejó hundir. Se levantó optimista y con la cara lavada salió de nuevo al mundo para dejar que le siguiera maquillando esas líneas de expresión que se asoman, muy coquetas, en su rostro de 44 años que ahora sonríe.
Hoy, con muchos planes en su agenda de vida, Sylvia abre las puertas de su corazón y habla sobre cómo venció esas malas noches. Los problemas de esta dama de la televisión empezaron cuando se dio cuenta de que en su casa faltaba el bullicio: sus hijas (María Fernanda y Sylvia) ya estaban casadas y Daniel, el hijo menor -que sigue siendo su gran compinche- se convirtió en un adolescente que, como casi todos, ya hace vida propia. "Nunca tuve tiempo para darme cuenta de que era una mamá muy joven (tuvo a María Fernanda a los 17 años) y que mis hijas ya estaban haciéndole ojitos a los 30. Hace tres años me dí cuenta de eso y me dije: 'Dios mío, en que momento tengo hijas tan grandes y yo aquí sola'". Fueron momentos para reflexionar. "Ellas siguen siendo muy apegadas a mí, andamos para arriba y para abajo juntas. Pero, sea como sea, sus cuartos en mi casa siempre están vacíos. No las veo ni al acostarme ni al levantarme", comenta un poco triste. Aquella escena de un hogar callado, sin novios, amigos ni los juguetes de un niño por doquier la hicieron tirarse a llorar muchas veces, eso sí, jamás se permitió hundirse. "Nunca le he puesto trabas a mi corazón para poder sentir y vibrar, pero no me dejo tocar fondo, me agarro yo misma del pelo y me saco. Está bien sentirse triste pero sin llegar a niveles muy altos de depresión", afirma llena de seguridad. De su lado profesional Sylvia también lleva inquietudes que le pesan. Asegura que, aunque se siente muy contenta y satisfecha en el programa "Hábitat Soluciones", extraña el público y la espontaneidad. "Soy más animadora que presentadora", dice. Además, le resiente que a las figuras nacionales con trayectorias de peso en la pantalla chica no las toman en cuenta y las van apagando poco a poco. Pero eso no la lleva, necesariamente, a cruzarse de brazos. En su cabeza van tomando forma proyectos que la pondrán frente a la pantalla del modo que le gusta, pero también tiene otros que la mantendrán detrás de las cámaras. No le gusta desnudar mucho sus ideas, porque, como dice, "en boca cerrada no entran moscas", pero con lo poco que "suelta" en su panorama se vislumbra algún tipo de "reality show". "Tengo muchas cosas interesantes en mi cabecita. Me encantaría producir para las figuras nuevas, darles consejos. Es muy importante innovar y renovarse", asegura. Mientras eso toma forma se mantiene muy ocupada - y muy pendiente- por el embarazo de la hija que lleva su nombre. "Tiene tres meses. Estoy feliz y no puedo explicar cómo. Hay muchas posibilidades de que sea un varón. Ya le compré muchascosas", dice muy contenta, y no es para menos, ese niño llenará de nuevo la casa de risas. Entonces la soltera será la abuela más codiciada de Costa Rica. |
|
© 2005. Periódico Al Día. El contenido de aldia.co.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr |