Alejandro Pérez Lara Comandante y jardinero Hechizado por la Neyssa Calvo Achoy
El comandante Alejandro Pérez pasó de vigilar presos en la isla San Lucas a cuidar rosas, chinas y lirios en la "muy noble y leal" ciudad donde creció.
Lo primero lo hizo de 1979 a 1982; lo segundo lo lleva a cabo desde el 2001, cuando asumió el cargo que ahora ostenta. Para hacerlo como lo hace -es decir, bien- le ha servido la herencia de su padre, José Angel Pérez Ortiz: saber cuándo la Luna hechiza la Tierra y es tiempo de cultivarla. Por lo mismo siembra en luna llena, poda y deshija en menguante, y corta la madera en creciente.
Su pasión por la naturaleza lo llevó, incluso, a luchar contra quienes hace dos años deseaban convertir en una huerta el jardín que embellece el frente de la comandancia de Cartago, declarada patrimonio nacional en 1960.
Ver cómo este hombre, de 60 años, cuida las flores contrasta con la imagen ruda que tenemos de los policías. Dice que le gusta mucho hacerlo, y se le nota.
Ahora lo vemos relajado, pero le ha tocado bailar con la más fea cuando le tocó trabajar en San Lucas, en la antigua Penitenciaria Central y hasta en La Reforma.
A pesar de lo vivido en esas cárceles, no duda en afirmar que el trabajo actual es más difícil que los anteriores. ¿Por qué? "Allá (se refiere en los centros) los tenía a todos concentrados y vigilados, y aquí andan sueltos en las calles y tenemos poco personal para proteger a todos los cartagos".
De vida
La familia
Se casó con Marta Isabel Campos y de esa unión nacieron Judith, Johanna, Rodolfo y Juanita. Tiene dos nietos.
Preocupación
No estar disponible cuando la gente pide ayuda.
Le encanta
Acampar con toda su familia en la playa.
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