José Luis Sojo, escultor

Cuando habla la madera

Este hombre cambió la pala y la tierra por la cuchilla y los troncos. Hoy vive de la talla y se especializa en el divino rostro de Jesús

Una mañana, José Luis Sojo despertó con la convicción de que podía hacer un juguete de madera tal y como lo había soñado la noche anterior.

Entonces tomó una cuchilla y se fue al bosque a conseguir un trozo de madera.

El resultado fue un avión que logró vender y así se dio cuenta de que su vida había cambiado.

A los 35 años se convirtió en artesano y dejó atrás toda una vida como agricultor.

Ya han pasado 19 años desde aquel sueño y hoy es reconocido por tallar, en especial, el divino rostro de Jesús de mil formas distintas.

Pero eso no es todo. También le gusta jugar con los elementos de la naturaleza y reflejar, por ejemplo, el dolor que pudo sentir un árbol talado y esculpir la figura de los animales que habitan nuestra selvas, como monos, dantas, jaguares y aves.

Tiene el taller en casa, pero por las tardes trabaja frente al restaurante La Casona del Cafetal, a dos kilómetros del embalse, en Cachí.

Allí expone las obras con gran sencillez: las tiene en el suelo o apoyadas a los troncos que sostienen el rancho donde crea imágenes llenas de muchísimo significado.

El trabajo de José Luis es único, ninguna figura será igual a otra.

La madera que usa la encuentra en el bosque o en las orillas de los ríos de la zona de Cachí que, según cuenta, conoce como a sus propias manos. Hallarla no es una tarea sencilla, pues a veces debe caminar o, incluso, remar durante todo un día (en el río o en el lago) en busca de la materia prima.

Dice que en sus recorridos la suerte le sonríe, pues hasta se topa con madera petrificada que tiene miles de años.

De ese material están hechos algunos de los rostros que ofrece a quienes se acercan a comer algo y salen de allí con una lección para proteger la naturaleza.

Un mundo propio Foto Manuel Vega /Al Día Su gente Se casó hace 25 años y tiene cuatro hijos: Luis Esteban, Rosa, Dennis y Noelia. Nació en Cachí en 1951. En el terreno Aprendió el oficio con la práctica, pero recibió consejo de artistas como Macedonio Quesada. Los ideales Denunciar la destrucción de la naturaleza con ayuda de las obras.