Liga arrodilló a Herediano en el epílogo

¡Cuando más duele!

Sin darle tiempo para reaccionar, los manudos le quitaron invicto a florenses

Fue un chispazo, un error dijo Farinha, momentos de tensión, segundos donde los florenses se llevaron las manos a la cabeza y los manudos saltaron de alegría.

Cuando más duele, cuando el partido estaba por expirar y no quedaba tiempo para reaccionar, el hondureño Emil Martínez le hizo el daño al cuadro Herediano.

Cuando ya se firmaba el empate a uno, a los 89 minutos, cuando muchos salían del estadio, Emil encaró y fusiló a Mesén y adiós al invicto de los rojiamarillos.

La Liga ganó 2 por 1, con justicia no lo sé, o como afirmó Miso, "en la vida casi nada es justo", pero sí venció con méritos propios.

Con méritos porque Emil no perdió de vista la pelota, se la ganó a Leonardo Gonzáles y junto a Mínor Díaz montó el fulminante contragolpe. Con méritos porque en gran parte del juego, sobre todo en el primer tiempo, estuvo mejor posicionada en el campo y tuvo mayor equilibrio en sus líneas.

Duele perder así, claro, hasta en una "mejenguita" de barrio es doloroso cuando se llega al límite de decir: el que hace un gol gana y éste llega para el equipo rival.

Sin duda a los florenses les dolió, tal vez a Álvaro Becerra más que a los demás, porque cuando Carlos Hernández salió expulsado, con gestos le decía vaya a bañarse. Carlos se bañó antes que él, pero se enjabonó con la victoria.

Pero más allá de lo que pudo sentir uno y otro, el encuentro agradó, bajó en calidad en el segundo tiempo, pero no fue malo. Siempre llamó la atención, logró que los aficionados no despegaran la mirada de la cancha.

Intenso, bien jugado, con emociones en los marcos, con llegadas de uno y otro bando, con roces y expulsiones y el "uuyyyy" de los aficionados de por medio, cuando se esfumaba una ocasión de gol.

De ida y vuelta

Mínor llevó peligro, rechazó Mesén, respondió Jafet y Miso, casi de ida y vuelta, hasta que al fin llegaron las anotaciones.

Mínor le anotó a su exequipo al minuto 20. Recibió pase de Cristian Montero y le ganó la partida al guardameta Álvaro Mesén.

Hasta ese instante nada que achacarle a la suerte, la Liga jugaba un poco mejor, recuperaba más pelotas e inquietaba a los locales.

Herediano se sintió herido, fue al frente, inquietó con Miso y Jafet, pero fue Mario Camacho quien se lució con chilena y balón al fondo a los 44 minutos. Cuando más duele, cuando expiraba el primer lapso, cuando los rojinegros pensaban que partirían al descanso con ventaja 1 por 0.

En el complemento los equipos bajaron el ritmo, el juego fue más equilibrado, incluso en las expulsiones, una para cada bando.

Pero esto no le restó atención, la fuerza, entrega y ganas de los actores suplió el ímpetu.

Si hubo necesidad de meter pierna lo hicieron, de encarar y correr también, fue un compromiso bien jugado y disputado.

Estaba para el empate, quizá, pero el reloj no se había detenido, Herediano quería ganar, se fue con todo al frente y Emil lo tomó mal parado. El catracho llegó sin miedo a la entrada de Leonardo, se dejó la pelota y nadie lo alcanzó. Mesén era el único que podía detener sus intenciones, pero Martínez definió bien, a un costado ante la salida del guardameta.

Y después acabó, el tanto cayó en el 89 y Herediano se quedó sin tiempo para reaccionar.