Pido la palabra
El Papa en las favelas Ovidio Muñoz, periodista omunoz@aldia.co.cr
Habemus noticias: Benedicto XVI vendrá al continente que su antecesor llamó "de la esperanza".
Durante unos días dejará El Vaticano, tierra de curas, monjas y castidad, para acercarse a Brasil, sensualidad, samba y carnaval.
Hasta donde sé, no está previsto que vaya a las favelas donde malviven millones. Eso me recuerda que, según oí, una vez Francisco de Asís le preguntó al papa de turno qué hacía dentro de El Vaticano, si los pobres estaban afuera. La cuestión sigue sin respuesta.
Lo más probable es que se aproxime a los fieles con el blindaje del papamóvil como filtro.
Aún en sus acercamientos más sonados, los obispos de Roma se han mantenido inaccesibles para quienes los veneran con mayor intensidad.
Sí, hemos visto la mano acariciando, el abrazo, la bendición; hemos oído discursos, pero no hemos logrado ver un compromiso real con los más pobres.
Bueno, por el momento hay viaje a la vista. Y pienso que si los estrategas pontificios quieren que la misión dé frutos abundantes, podrían hacer que el viaje coincida con los furiosos carnavales cariocas. ¿Qué mejor lugar para salvar almas que en medio de la fiesta de la carne?
Pero no, el papa Ratziger viene a algo menos divertido: a inaugurar una conferencia episcopal. Y allí, hasta donde uno puede suponer, es difícil encontrar pecadores. ¿O no?
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