Pese a alzas, consumo de carburantes no baja

A palitos para llenar el tanque

Ajustes en combustibles obligan a comerciantes a trabajar más

Ingenio, más trabajo y sacrificio. Es lo que se han autorecetado miles de pequeños comerciantes, cuyos negocios dependen del transporte, para sobrevivir a las seis alzas en los carburantes aplicadas en lo que va del año.

Curiosamente, el consumo de combustible lejos de disminuir tiende a crecer.

RECOPE reportó que en las primeras tres semanas de setiembre vendió 0,44 por ciento más hidrocarburos que en el mismo periodo del mes de agosto. Sin incluir las ventas al ICE.

En la calle, quienes se dedican a "pulsearla" con el carro, confiesan que la situación es casi insostenible. Dicen que si le trasladaran a sus clientes los mayores costos de bienes y servicios por ajustes en los combustibles, perderían la clientela. "La economía está tan mal, que la gente ahora reclama y regatea hasta ¢10. Si hoy sube la gasolina y mañana aumento el precio de los huevos, no me compran, porque el consumidor apenas tiene para medio comer", comentó Carlos Rodríguez, vecino de Santa Ana que distribuye huevos.

La única salida que Carlos y su padre, Manuel Rodríguez, han encontrado es trabajar más. En lugar de dos viajes, hacen un solo recorrido por semana aunque terminen más tarde.

Sus quejas son compartidas por Marvin Hidalgo quien tiene un abastecedor en Desamparados. Antes él salía a buscar la mercadería con su carro y gastaba ¢20 mil por semana, ahora ese mismo recorrido le sale en ¢30 mil. Por lo que optó por comprarle a los distribuidores, aunque gane menos.

Para Fernando Hernández, un pequeño transportista dedicado a hacer fletes, no hay muchas alternativas "a los pobres no nos queda más que hacernos más pobres". Con su destartalado "pick up" rojo transporta menajes de casa, tierra, escombros y basura. Dijo que este año se ha negado a aumentar las tarifas porque le da miedo perder a sus clientes.

En cambio, los combustibles siguen en alzada. Por ejemplo, el litro de gasolina regular, en enero costaba ¢353 y hoy cuesta ¢446, es decir, ¢106 más. Y, eso no es todo, ya viene otra alza de ¢17,40.