Óscar Castillo, Cineasta, director de televisión y actor
El creativo del Buenos Aires Isaac Lobo
Óscar Castillo, en su nuevo proyecto televisivo, nos lleva a un bar, un sitio que, según él, sirve para resolver el mundo, no para emborracharse.
"Retumbos", el nuevo programa de canal 7, quiere que sea el centro nocturno favorito de los ticos, aunque él tiene uno especial, el bar Buenos Aires, en el histórico barrio Escalante.
En ese lugar, dejó su ombligo, pero su pasión por el arte de la actuación la moldeó durante las tardes que disfrutó en el Teatro Nacional, cuando era apenas un chiquillo, feliz porque le regalaban muchas entradas para ir a observar las obras.
|
"El éxito de un programa de televisión está en que el costarricense se sienta reflejado, que le hable de su entorno"
|
Era un mundo de fantasías, situaciones de héroes, heroínas y de dramas sin fin, que él soñó y deseó hacer con todas sus fuerzas cuando fuera grande.
Creador de varias producciones televisivas - entre estas "La Plaza", "El Barrio" y "La Pensión"-, no deja de ser creativo y de liberar su imaginación.
¿Siempre se la pasa imaginando escenas?
Sí, pero a veces esto me trae malas pasadas, porque imagino cosas que no son con las personas. Luego resulta que me había inventado una novela y la gente está en otra cosa más tranquila. Eso me ha obligado a tomar más tiempo para analizar las cosas.
¿Cómo llegó Osquitar a ser un director de teatro?
Fue por azar. De niño, alguien nos daba entradas para ver a las compañías europeas y españolas de teatro que venían al país. Los domingos veíamos tres obras seguidas.
¿Tuvo más influencias?
Estudié en el Liceo de Costa Rica, ahí tuve un profesor y bibliotecario, Alejandro Salazar Herrera, hermano de Carlos (el escritor). Cuando faltaba un profesor, ese hombre nos daba clases maravillosas de juegos de la imaginación. Nos ponía a componer: "¿Qué piensa una cucaracha en el escritorio de Malenkov, el primer ministro ruso".
¿Se imagina retirado en la playa, en una hamaca?
No, tengo que producir más. Bueno, es mejor estar allá que soñarlo.
Se estrenó "Retumbos". ¿Cómo son esos momentos dirigiendo?
Me apasionan, pierdo la noción del tiempo, me doy cuenta de que estoy cansado luego de 12 horas de trabajar sin descanso.
Su nuevo programa es en un bar. ¿Qué es para usted un bar?
Un lugar maravilloso, donde uno decide 10 mil cosas sobre el mundo y el país; pasa el tiempo con amigos discutiendo de todo y nada, sirve de esparcimiento, no para emborracharse.
¿Tiene alguno favorito?
Desde hace muchos años, he visitado la cantina Buenos Aires, en el histórico barrio Escalante.
¿Dio retumbos en un bar?
No, no (risas). De eso me cuido mucho.
¿Y en la vida?
Me imagino que sí.
¿Es gruñón al dirigir?
Dicen que sí.
¿El tico aprecia el talento nacional?
Uno espera que sí, porque doy lo mejor que tengo.
|
