Puntarenas fue incapaz en el Morera Soto y cayó 2-0

La Liga alza la voz

Portero Shane Orio pecó en los dos goles. El volante Max Sánchez no jugó, porque le dio fiebre y náuseas

"La cabeza no solo es para ponerse el sombrero", dirán hoy los felices liguistas.

Para pregonar este refrán tienen dos razones con nombres y apellidos: Luis Marín y Mínor Díaz, encargados anoche de acercar a la Liga a la final del Clausura con testarazos certeros, aunque ayudados con gruesos errores del portero naranja Shane Orio. Pecó en grande el beliceño.

El 2-0 contra Puntarenas es cómodo y holgado para Alajuelense. Pero ojo, no es definitivo, sobre todo si se tienen por delante 90 minutos en la olla mágica del "Lito" Pérez, el domingo a las 11 a.m.

Pero sí observamos una Liga que sigue creciendo, la tarea no será nada fácil para los porteños, quienes ayer no encontraron la magia de su juego ofensivo; en parte por presentar a un Kurt Bernard sin pegada, sin tiros libres a pedir de boca, sin opciones para lucirse como le gusta.

Tampoco llegó en su día Jorge Barbosa ni Mario Camacho y para terminar de complicarse el candado, Max Sánchez no vio acción por presentar problemas de salud. No viajó porque tenía fiebre, náuseas y mucha debilidad.

Por ahí empezó mal el cuadro de la chucheca, que no generó el ventolero para despeinar la buena cabeza de Marín y Díaz, uno en cada tiempo.

A la Liga, en cambio, le funcionó cada línea para salir feliz en este primer "round".

Su portero Wardy Alfaro mostró seguridad y no se le fue una, la defensa frenó en seco a cualquiera que se le acercó y en ataque pegaron justo.

Puntarenas no puede decir lo mismo y mucho menos con su errático guardameta, quien falló en el primer gol al permitir que Marín le cabeceara en el área pequeña - aunque la defensa no le ayudó - y para terminar su mala noche el cabezazo de Díaz era facilito de atrapar.