Calvin Ayre, Empresario

Magnate que ama Tiquicia

Calvin Ayre, de 44 años, se jacta de ser famoso por el éxito de sus fiestas, dice que trabaja "exagerando" las cosas y que parte de su éxito se lo debe a que es muy fotogénico.

Este canadiense vive en nuestro país desde hace más de tres años, convencido de que el calor tropical le sienta bien y su negocio principal, las apuestas, crece más aquí que en otro país.

No era tan famoso hasta que la revista "Forbes" lo ubicó en la posición 746 de las personas más adineradas del mundo. Ahora, la historia ha cambiado.

Aunque se queja de que ya no puede salir, porque le preocupa que lo reconozcan en la calle, se nota que disfruta muchísimo la atención que le dan los medios internacionales y le divierte saber que VIP quiere entrevistarlo.

Le encanta posar para las fotos en su piscina con cascada, en su cuarto, el gimnasio, sobre su motocicleta Harley-Davidson personalizada o junto a cualquiera de sus dos Hummer parqueados frente a su casa.

Después de unas cuantas preguntas, nos damos cuenta de que contesta una en serio y otra en broma, exagera, se ríe...

Ese es su estilo de vida, aprovechar al máximo los $1.500 millones (¢750 mil millones, aproximadamente). que dice tener.

¿Cómo es uno de sus días en Costa Rica?

Me levanto entre las 6:30 a.m. y 7 a.m. y hago lagartijas con un brazo, en el techo... (suelta una carcajada) ¡No, no! Me levanto y de una vez voy a la computadora, porque siempre tengo muchos correos electrónicos.Dos horas después, más o menos, desayuno, vuelvo a la oficina, paso un rato en el gimnasio, almuerzo y trabajo más.

En la tarde, me meto a la piscina o al jacuzzi y me gusta mucho salir a cenar, pero desde que Al Día hizo la primera publicación, ya no lo hago muy seguido.

¿Por qué? ¿Ahora la gente lo reconoce?

Sí, me han reconocido, por ejemplo, en los restaurantes. El asunto no es que todo el mundo me reconozca sino que todas las personas equivocadas ahora saben quién soy. Ya no salgo mucho. Va a sonar exagerado, pero soy como un prisionero.

¿Le preocupa la inseguridad que se vive en Costa Rica?

Ahora sí, me siento vulnerable después de tanta exposición. La única razón por la que doy esta entrevista es porque Al Día comenzó a escribir sobre mí. Antes, mi vida era de bajo perfil, ahora es más complicada; podía salir a dar paseos en motocicleta o a correr, pero ya no lo hago.

Alérgico a las compras

A pesar de que puede comprarse lo que quiera, le desagrada la idea de hacer fila en una caja o escoger prendas en una tienda.

No le gusta comprar, pero da indicaciones precisas a quienes lo hacen por él. No todo lo que tiene en su casa es de tiendas locales, algunas cosas son importadas.

Uno de los pocos bienes que sí ha comprado en persona es un auto deportivo marca Maserati. Fue tan emocionante que hasta grabó el momento de la transacción y lo incluyó en el programa de juegos que filmó en nuestro país, aunque lo adquirió en EE.UU.

¿Qué come en su casa?

Cosas saludables. Trato de evitar el azúcar y los carbohidratos, para tener una buena dieta.

¿Dónde compra la comida?

Yo no la compro, detesto comprar y no tengo tiempo para hacerlo. Todo se lo encargo a doña Flor (una de las tres personas contratadas para atender su casa en Santa Ana).

¿Tampoco compra su ropa?

No, tengo gente para que me la compre en Los Ángeles, Vancouver y Miami.

¿Y tiene alguna tienda favorita?

En realidad no. Lo que pasa es que me envían catálogos o fotografías por Internet y yo escojo algunas opciones. Además, participo en muchos eventos con celebridades y no puedo repetir una camisa en esas actividades, por eso es importante que ellos lleven control de qué cosas me he puesto y qué no.

¿Nunca repite ropa?

No... bueno, de hecho hoy estoy haciendo una excepción, porque una revista me hizo fotografías usando esta camiseta una vez (risas). De hecho, está en un artículo que aparece en "Forbes".

De clima caliente

Ayre nació en Lloydminster, de Saskatchewan, un pueblito en el corazón de la zona rural canadiense.

Dice que ahí la temperatura es la misma que la de un congelador, y aunque tuvo muchas razones estratégicas para escoger nuestro país, el clima fue clave.

"Desde niño, odiaba ese clima frío, aun sin conocer los países tropicales. A mí me encanta el calor y estar al aire libre. Cuando llueve, me gusta comer cerca de la piscina", asegura.

¿A qué lugares le gusta ir cuando tiene tiempo?

¡A la playa! Simplemente, me encanta ir a la playa. Me gusta el calor.

¿Cuál es su playa favorita?

Puerto Viejo. Hay varias playas ahí que son muy bonitas, una en especial, que no recuerdo el nombre, pero casi no hay desarrollo.

¿Tiene alguna propiedad allá donde pueda ir a quedarse?

No, pero de hecho estoy pensando en comprar este verano algo cerca de la playa.

¿En Puerto Viejo?

No, me gustaría más que esté en un lugar menos complicado para llegar.

¿Guanacaste?

No, algo en los alrededores de Jacó. Esta casa de Santa Ana se llama Bodog Compound (complejo) y quiero hacer la versión de playa del Compound.

¿Le gusta el gallo pinto?

Pues sí, pero no como muchos carbohidratos. ¡Tengo que proteger mi atractiva figura! (risas)

Conquistador

La dieta saludable que sigue este empresario canadiense no es gratuita: le interesa mantener se atractivo, para salir bien en las portadas de revistas y, por supuesto, conquistar a quien quiera. "Asegúrese de escribir que estoy soltero", dice sonriente.

¿Está buscando esposa?

Realmente no creo que sea realista tener una esposa ahora, con mis viajes constantes. Sería complicado.

¿Pero le gustaría casarse, tener hijos?

Tal vez algún día... si tengo suerte y encuentro una muchacha desesperada (se ríe). Pero siempre digo que hay algo de peligro en eso. ¿Por qué hacer infeliz a una sola mujer si puedo hacer felices a tantas otras?

¿En serio lo cree?

¡Es una broma! Y muy buena de hecho.

En un par de años, Calvin Ayre podrá solicitar la ciudadanía costarricense, sin perder la canadiense.

Sobre esto, aseguró que lo está considerando seriamente, porque pretende que su relación con Costa Rica se mantenga muchos años más.