Antenoche, cerca de la entrada a Matina, Limón

Policía intentó ayudar a un chofer, pero fue asesinado

Cuando observó a asaltantes, intentó sacar el arma y se le quedó trabada en la cintura

Matina - El policía Margio Francisco Chow Bojorge, de 24 años, se bajó de su Hyundai Elantra para ayudar a un hombre y a dos mujeres, cuyo vehículo se había varado en la calle, pero, minutos después, caía muerto de tres balazos.

Unos delincuentes que se habían acercado para asaltar a los ocupantes del carro, le dispararon sin contemplaciones.

El hecho ocurrió antenoche, a las 11:20, unos 20 metros después del puente sobre el río Barbilla, carretera a Limón.

Minutos antes, cuatro antisociales que viajaban en un carro rojo, se habían estacionado al lado del vehículo varado.

En ese momento, Chow bajaba de la cajuela de su vehículo la llanta de repuesto que iba a facilitarles al chofer, de apellido Calderón, y a las dos mujeres que lo acompañaban, apellidadas Zamora y Bermúdez, ya que la de ellos estaba desinflada.

Lo que no esperaba el policía, miembro de la Unidad de Intervención Policial (UIP), era que dos de los delincuentes sacaran sus armas y los amenazaran para que les entregaran los relojes, joyas y celulares.

Al percatarse de lo que ocurría, Chow trató de sacar el arma que llevaba colgada en la cintura, pero, para su mala suerte, se le quedó trabada.

Los ladrones aprovecharon el contratiempo para dispararle y, luego de acabar con su vida, huyeron del lugar a gran velocidad.

La víctima regresaba a su casa en el barrio Cieneguita, en Limón, tras haber visitado a su novia, Lilliana Masís.

Marielos Arce, tía del policía, afirmó que su sobrino había llegado a Limón, el miércoles en la noche, y al día siguiente estuvo en su casa.

Chow, cuya familia es oriunda de Nicaragua, obtuvo el bachillerato en el liceo diurno de Limón y, desde hace cinco años, laboraba en la UIP.

Colaboró Rodolfo Martin.

La víctima Margio Francisco Chow Edad: 24 años

Cientos llegaron a darle el último adiós al amigo y compañero

Mientras un mariachi entonaba la canción "Amigo", de Roberto Carlos, seguida de "Amor Eterno", compañeros de Roy Sarmiento Granados, policía que no logró sobrevivir a un balazo en la cabeza, se abrazaban entre sí para darse apoyo, ayer a las 10:35 a.m., en el cementerio La Piedad, en Desamparados.

Ellos al igual que unas 150 personas más, entre policías, agentes judiciales, familiares y amigos, trataban de brindar consuelo a Iveth Agüero, esposa de Sarmiento, quien fue herido de bala en la cabeza por un delincuente que le disparó con un arma 3,80 desde muy corta distancia.

Ayer mientras observaba el cuerpo de su marido, su esposa agradeció, de forma breve, a los presentes el estar con ella en ese momento de dolor.

"El decía que no aceptaba un no ni un nunca como respuesta. El no se cansaba y nunca abandonó su puesto", afirmó Agüero, mientras observaba el cuerpo de Sarmiento.

Alrededor de las 11:30 a.m., le fue entregado el pabellón nacional nacional a su esposa, como muestra de respeto y admiración por el gran hombre que falleció mientras cumplía con su deber. 10 minutos antes del mediodía fue sepultado.