Saca los dulces de la cancha

Su objetivo es claro: quiere estar en buena condición física para ir al Mundial de Japón, con la Selección Mayor, en diciembre

Desde las 3 p.m., todos los días, la voleibolista Adriana Chinchilla entrena en el Gimnasio Nacional. La práctica no solo la hace mejor jugadora, también la ayuda a mantener las libritas de más en cintura.

Ser una deportista ya es una ventaja, pero, como ser humano que es, a veces se ve tentada a comer dulces. En esos momentos, prueba un "poquito" y lo deja.

Si llega a sus manos una caja de chocolates, es capaz de devorarlos en cuestión de minutos. Lo mismo le sucede cuando tiene un helado cerca, sobre todo, si es de coco o de fresa.

El secreto para mantenerse guapa es la ayuda que le brindan su mamá, doña Patricia Monge, y su novio, Michael Rodríguez, quien está en la Selección Nacional que jugará en el Mundial de Alemania.

"Ambos están encima, recordándome lo que debo comer y lo que no para estar en forma y darlo todo junto a la Selección Mayor, en el Mundial de Japón".

Si tiene sed, toma agua en lugar de una gaseosa, y si la ponen a escoger frutas se daría gusto con un durazno o un jugoso melocotón.

Para compensar la energía que deja en la cancha, donde practica un pase hasta 5 mil veces para dominarlo, se chinea en el desayuno.

Come cereal con leche y lo acompaña con un emparedado o gallo pinto.

En el almuerzo, come alguna carne roja o pescado con una ensalada de lechuga y pepino. En las noches, come algo ligero, porque debe descansar para ir a trabajar en la mañana y hacer saques en la tarde.