Carlos Salazar, jugador de la Liga

El secreto del nuevo volante cafetero

Para estar en forma durante el Apertura, se alimenta bien

Carlos Salazar llegó a este país hace casi un mes y, para estar en forma, pasa la mayor parte del día entrenando fuerte para enfrentar el Torneo de Apertura de la temporada 2006-2007,

Él es el nuevo volante de la Liga Deportiva Alajuelense y el primer extranjero que contrató ese club tico este año.

Dejar su tierra natal no fue sencillo, pero su apretada agenda ha hecho que el proceso de acomodo sea rápido.

En resumen, un día de trabajo para este colombiano es así: levantarse temprano, entrenar, descansar, entrenar y abrazar la noche cuando cae.

Afortunadamente, siempre ha sido de contextura delgada y por ello se permite lo que muchos otros no pueden: comer cuando tiene hambre.

Eso sí, en su menú diario no están incluidos los dulces, pues confiesa no ser amante de ellos.

Lo que sí no falta en su mesa, cada vez que se puede, son las pastas y los camarones presentados de cualquier manera a la mesa.

En las mañanas, antes de entrenar unas dos o tres horas con el equipo, se permite una taza de cereal con leche, una cucharadita de azúcar y una fruta picada, preferiblemente, rodajas de banano.

Al desayuno está invitado también el jugo de naranja y, si se trata de un fin de semana, se suman "el huevo perico", como le dice Carlos a los huevos revueltos y las arepas.

Como gasta mucha energía por los ejercicios matutinos, se come un emparedado cuando llega hambriento a su casa, en Los Adobes, de Alajuela.

Luego descansa y almuerza fuerte, con abundante ensalada, arroz y carne.

Ya avanzada la tarde, se toma una taza de café que, como buen colombiano, no falta, pero eso sí acompañado de leche y quizás de algunas galletas.