Fue sentenciado a cuatro años de cárcel

Abusó de menor en un consultorio del México

Hombre fue capturado ayer en el área de farmacia

San José. - Un hombre de apellido Sancho, de 34 años, fue detenido ayer, a las 8 de la mañana, por la unidad de capturas del OIJ cuando estaba trabajando en la unidad de farmacia del Hospital México.

Sancho fue sentenciado a cuatro años de cárcel por abusar de una menor, en el 2002, cuando él trabajaba en la unidad de Ortopedia de dicho hospital.

La sentencia fue dictada por el Tribunal Penal del Primer Circuito Judicial y fue ratificada ayer por la Sala Tercera.

Según un informe del OIJ, el abuso habría ocurrido durante un procedimiento al que fue sometida la menor.

A raíz de la acusación y el proceso Penal, Sancho fue ubicado en el departamento de farmacia.

Ayer, los agentes de capturas lo encontraron en ese lugar y fue detenido para llevarlo al centro de admisión de San Sebastián.

Seis años en fuga

En otro caso, un hombre de apellido Pérez, de 43 años, fue detenido en la zona montañosa de Caño Negro que está ubicada en el sector de Upala, luego de seis años de estar en fuga.

Contra Pérez existía una orden de captura del Tribunal de Juicio de San Carlos, desde el 2000, porque había abusado de varios niños.

El Tribunal lo condenó a seis años de cárcel al encontrarlo culpable. Los abusos contra los menores fueron cometidos en la zona de San Carlos.

Pérez, quien antes se dedicaba a la agricultura, trabajaba actualmente sacando madera.

La captura la realizaron oficiales del Departamento de Prevención del Crimen (CEPREC), departamento del Ministerio de Seguridad Pública.

La investigación se realizó durante varias semanas y pese a lo difícil de terreno, los oficiales lograron interceptar a Pérez.

El hombre no se resistió al arresto y fue entregado a las autoridades judiciales.

A principios de agosto, otro hombre de apellido Quirós fue detenido en Guatuso como responsable de abusar y asesinar a un niño de 12 años.

El hombre se hizo pasar por un payaso "pintacaritas" para ganarse la confianza de los menores de la zona. Incluso, antes del asesinato, había intentado abusar de un menor que habitaba en una casa cercana a su trabajo.