La Capri, San Miguel de Desamparados

Lo balean por una gorra

San José. - Kenneth Sáenz, de 18 años, no parecía ayer la persona que el viernes a la medianoche había recibido un balazo en el lado izquierdo del pecho, por evitar que le robaran una gorra.

Sentado, en una de las sillas de emergencias del Hospital San Juan de Dios, a la 1 p.m., conversaba con su mamá, Marjorie Muñoz. “Sin duda esto es un milagro”, dijo la madre, sobre lo ocurrido cerca de su casa, en La Capri, Desamparados.

La bala que ingresó al cuerpo de Sáenz chocó en un hueso, según le dijeron los médicos a la madre, y no causó ningún daño.

Según le contó el muchacho a ella, cuatro hombres llegaron a la esquina donde él estaba con unos amigos. Sacaron armas y les dijeron que les tenían que dar todo.

“Hubo un forcejeo entre mi hijo y uno de los asaltantes y fue cuando se escuchó el disparo”, comentó ayer Muñoz.

El muchacho se fue, mal herido, hasta la casa, en busca de ayuda. Llamaron al 911 y una ambulancia lo trasladó al hospital San Juan de Dios.

Luego de una revisión, los médicos determinaron que la bala, calibre 22, no había causado daños, pero que gracias a Dios de que mi hijo está bien y que ahorita me lo puedo llevar para la casa”, explicó la madre.

El joven, quien no quiso referirse al tema, solamente confirmó que su caso es milagroso.