San José Costa Rica. Edición del 24/diciembre/2006. Ir a Al Día
 

Maribel nos baja la guardia

“Que Dios los bendiga, los llene de salud, amor, abundancia y conciencia junto a sus familias”

“Si fuera un personaje navideño sería una rockette. Con minifalda y levantando la pierna por todo lado”

Gabriela Solano

Julián, familia y Costa Rica. Con esas tres palabras la bella Maribel Guardia define lo que para ella significa la época navideña.

Con el pasar de los años el brazo de la nostalgia dejó de rodear su cuerpo. El momento de disfrutar del mes más añorado del calendario llegó de la mano de un lucero que iluminó su vida.

“La Navidad era una época triste, en la que me deprimía recordando a mis padres que fallecieron cuando era una niña. Fue a partir del nacimiento de Julián (su hijo) que me empezó a gustar, porque a él le encanta”, explicó la tica.

Todos los años la asediada artista hace un alto en su agenda y logra arrebatarle unos días al público para compartir con sus seres amados en Tiquicia.

Este año no será la excepción. Ella y su retoño llegaron el viernes y esta noche, en la casa de su hermana-mamá, sentados a un lado del árbol, repartirán la tonelada de regalos que debajo de él reposan.

“Siempre contratamos una marimba, bailamos y disfrutamos muchísimo”, dijo anhelando el momento de abrazar nuevamente a su familia bajo el cielo tico que tanto ama.

Esa alegría es cosechada desde el 1° de diciembre, cuando Maribel empieza a crearle ambiente navideño a su hijo.

“Todos los días le pongo villancicos y le compro pastel de Navidad –en México es la costumbre–; la que más come soy yo”, dijo riendo la escultural Maribel, quien reveló su secreto para no subir de peso en esta época de tentaciones.

“En Costa Rica me como por lo menos un tamalito, pero para no hacerlo a diario lo sustituyo con atún. Me encanta el atún de mi país porque tiene un sabor muy especial, además me gusta bien arregladito con cebollita y limón”.

Pero eso sí, la tradición que mantiene bien arraigada es la de escribirle su cartita al Niño de Dios, tal y como se lo enseño su mamá.

Esa magia de cerrar los ojos aguardando el premio por ser buena niña aún palpita fuerte en su corazón.

“Tuve experiencias muy lindas de chiquitilla, es tan mágico que los 15 minutos que te dormís es cuando el Niñito trae los juguetes”, recordó.

Ahora los obsequios que espera son distintos a los de su pasado. Muchos podrían pensar ¿Qué se le puede dar a una mujer que lo tiene todo?. Pero una vez más Maribel nos sorprende con su respuesta: “Yo soy muy fácil de regalar. Me encantan los jabones, los inciensos, me gustan las cosas sencillas y las cajitas de pastilleros de esas que tienen dibujitos. También colecciono ángeles”.

Hablando de obsequios, a ella no hay quien le gane: es la más regalona.

Esa costumbre la heredó de su madre, Rita García.

“Recuerdo que cuando íbamos por la Avenida Central mi mamá llevaba un paquetito con platita y lo iba repartiendo a la gente que más necesitaba. La verdad no sé de dónde sacaba”.

El recuerdo del regalo que no pudo tener también le viene a la memoria a la ahora famosa estrella. “Una bicicleta. La tuve de niña pero me habría encantado tener una durante mi adolescencia; era como un sueño... lo máximo”.

Aquella experiencia no le dejó marca pero sí una valiosa enseñanza: “A uno no siempre deben darle todo lo que pide, así podés valorar lo que tenés”, afirma la tica, quien trata de aplicar la sabia lección con su propio hijo, el cual según ella no es un pedigüeño.

“Es un niño muy tranquilo. Claro que a mí me pide unas cosas y a su padre –Joan Sebastian– otras”, contó Mari.

Este año, Juliancito le pidió a sus padres un juego de video.

Lo que Maribel sí procura es que la Navidad no se convierta en una época de obsesión por los regalos, ya que considera que lo más importante es tener un poco de corazón para todos los que la rodean.

Será por eso que a la tica se le devuelven solo bendiciones, que se traducen en bienestar y muchísimo trabajo.

Para muestra un botón, este fin de año conducirá junto a Charityn –por cuarta ocasión– la edición especial del programa “Escándalo TV”, que se emite en Miami por el canal Telefutura (pertenece a Univisión).

Además, su espacio sabatino “Muévete”, del Canal de las Estrellas, estará un año más al aire gracias su éxito.

Para Mari, el 2007 promete una importante cosecha de buenas noticias pues más allá de su belleza, esta compatriota es todo corazón.

La dedicada

Este 26 de diciembre Maribel encabezará el Tope Nacional como la dedicada especial. Ella asegura estar muy emocionada y agradecida por la distinción.

Su recuerdo

“Una vez en Navidad iba con mi mamá por la Avenida, eran como las 11 p.m. y recuerdo que pasé frente a la vitrina de la Universal. Estaba llena de muñequitas hermosas y a mi me llamó la atención una cachetona. Hice un berrinche porque yo la quería, pero mamá me dijo que no, que era muy tarde. Me dormí como a las 12 m.n. y cuando desperté la muñequita estaba en mi cama”

“Es como un colacho regalón”

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Su novio, Marco Chacón, dice que para ambos su principal motivación en Navidad es ver la alegría de Julián y a sus familias. “Maribel es un colacho, ella se toma mucho tiempo en preparar los regalitos que lleva a Costa Rica”. Para él la pregunta obligatoria ¿Qué le regalará? y respondió: “Es difícil, porque tiene de todo. Pero no puedo decirte porque es una sorpresa”.

“Le deseo mucha salud, paz y bendiciones. El amor lo tiene de sobra, de parte mía, de su hijo, su familia y su público. El éxito también le sobra, así que lo que más le deseo es que se mantenga como hasta ahora. La fama es efímera, pero el amor es para siempre; de mi parte el amor nunca le faltará”, aseguró.

Una niñita con alma de grande

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Vilma Chacón –mejor conocida como Mima– recuerda a su pequeña Maribel como una niña fuera de este mundo, soñadora y llena de alegría.

“Era muy parecida a Juliancito, era muy especial, era como una alma vieja”, contó Mima, quien asegura que Mari nunca fue pedigüeña.

“Nosotros no éramos ricos pero a ella nunca le faltó nada. Recuerdo que a través de aquellos ojotes podíamos ver una alma maravillosa”.

Volviendo al pasado Mima ve a la ahora estrella internacional como una niña valiente, “sin miedo a nada”, asegura al recordar que siempre se subía en todos los juegos cuando visitaban el parque de Plaza Víquez.

De pequeña, para esta época Maribel era feliz oyendo villancicos y viendo las fábulas típicas de Navidad. También era muy apuntada para participar en obras de teatro y actividades que se hacían en su escuela, dice Vilma.

“Maribel siempre ha sido muy regalona, se quitaba las cosas de ella para dárselas a los demás. Le gusta ayudar y todos los que quiere les cumple sus deseos”, explica su segunda madre.

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Qué lindo.
Todos los años Maribel se reúne con su familia. La entrega de regalos y la foto familiar son indispensables. Reproducciones de Nicoa Ríos

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cortesía Maribel Guardia /Al Día

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