Vecinos viven aterrorizados por la violencia

León XIII es el distrito con el mayor número de homicidios

La lucha entre vendedores de drogas y asaltantes se incrementa en las alamedas

León XIII. - Los 15 homicidios que estremecieron el distrito de León XIII en el 2005, le valieron la calificación de la zona más peligrosa del país, según anunció el ministro de Seguridad Pública, Rogelio Ramos, a finales del año pasado.

"Solo con un trabajo de varias instituciones se puede salvar este barrio", comentó.

Y es que solo hay que darse una vuelta por esa comunidad para ver casas enrejadas, vendedores de drogas en las esquinas y asaltantes en las aceras.

En ningún distrito del país se derrama tanta sangre como en la León XIII.

Ya en el 2004, en su informe anual de homicidios, los analistas del OIJ habían dado la voz de alerta acerca de la violencia que azota este distrito, pues, de los 13 homicidios ocurridos entonces en Tibás, ocho se produjeron en León XIII y tres en la cercana zona de Colima.

Rándall Picado, jefe de la Fuerza Pública en San José, explicó que en las calles de ese barrio se libra una guerra entre narcotraficantes y asaltantes.

Todo se inició cuando los asaltantes, en su mayoría jóvenes, empezaron a atracar a los compradores de droga que llegaban al lugar. "Incluso, muchos se dieron a la tarea de robarles droga a los narcotraficantes", manifestó Picado.

El director de la Policía de Cotrol de Drogas, quien solicitó el anonimato, dijo que en ese lugar de hacinamiento hay una problemática de territorio y ventas que facilita el enfrentamiento entre bandas. Y "ajustes y muertes como la última, en que asesinaron de 15 balazos a un hombre, cerca de la iglesia de Garabito", comentó el jerarca antidrogas.

El sábado 31 de diciembre, Michael Rojas Salazar, de 31 años, recibió 15 balazos de un arma, 9 milímetros, y como principal sospechoso del homicidio figura un joven al que todos llaman "Manzanita", de la banda Las Tenis, de la alameda uno.

Miedo y hastío

Rodolfo Sandoval, vecino de León XIII, no teme hablar, pero lleva 13 años viviendo en ese barrio y ya está hastiado, como muchos otros vecinos, de tanta violencia. "Aquí tiene que venir la policía, a las 5 a.m., y revisar los carros que llegan de 'trabajar' cargados con televisores y electrodomésticos", comentó en una esquina de una calle de Garabito.

En esa zona operan dos pandillas, una al frente de la otra. En una de las aceras se vende droga y en la otra están los asaltantes. Si no se apura la persona que llega a comprar estupefacientes, entonces la asaltan.

Una vecina, que no se identificó por temor, afirmó que el último homicidio fue terrible, "fatal", pues "las balas se escuchaban como en la sala de la casa. Aquí vivimos con mucho miedo".

Por otra parte, los lugareñosdijeron que, al costado norte de la escuela, se está abriendo otra venta de droga, ya que la policía desarticuló la banda que operaba en La Mita, al final de la calle principal de León XIII.

"¡Todos al suelo!", gritaba sacerdote

El sacerdote Mínor Montero, quien estuvo ocho años como presbítero de la iglesia de León XIII, recuerda la inseguridad que se vive a diario en ese barrio tibaseño.

"En muchas reuniones en la iglesia tuve que gritar: '¡Todos al suelo!', cuando escuchaba un tiroteo, por miedo a una bala perdida", comentó Montero.

Incluso, señaló que muchas veces, en media Eucaristía, llegaba el olor de la marihuana, pues los drogadictos se ponían a fumar cerca del templo. "Es un sitio donde se vive mucha desintegración familiar y no hay valores", manifestó el sacerdote.

Montero dijo que a él nunca le pasó nada. "Muchas veces caminé por esas calles en horas de la madrugada, cuando iba a visitar algún enfermo, y los delincuentes siempre me respetaron".

Para Montero, quien ahora está en la parroquia de Vásquez de Coronado, el principal problema son las bandas que venden drogas.