La Liga debutó con victoria

Carlos puso orden

Riflazo de Hernández y con un jugador menos, la Liga venció 2 por 1 a Carmelita

¡Qué clase de riflazo!, latigazo de Carlos Hernández y las cosas en su lugar. Liga 2 Carmelita 1.

Pero el cañonazo no sorprende, ya estamos acostumbrados a que el "Zorro" haga eso, pero es de aplaudir, como hizo más de uno de pie en el Alejandro Morera Soto.

Carlos ingresó al minuto 60 para resolver el partido para su equipo, que con diez no encontraba el camino para marcar el tanto de la diferencia.

Lo encontró Carlos con solo siete minutos en la cancha. Hernández sacó la marca de Diego Giacone y abombó las redes con disparo al ángulo que dejó estático al portero poeta José Cruz.

Buen inicio de los rojinegros en el Clausura y mejor aún la victoria, porque los manudos no solo se toparon con un rival aplicado en la marca, dispuesto al gasto al marcar hombre a hombre, sino que debieron recuperarse de dos sustos en el primer tiempo.

Los locales quedaron pasmados porque muy temprano se quedaron con diez, tras la expulsión de Wílmer al minuto 16 y porque siete después perdían 1 por 0.

No sé qué le dijo Wílmer al árbitro Ricardo Cerdas para que lo expulsara, pero el "Pato" llegó a reclamar la acción donde le cometieron penal a Erick Scott.

Se equivocó Ricardo Cerdas en esa acción a los 15 minutos, porque Erick Scott no se tiró, Alejandro González lo sujetó por los hombros y lo botó. Falta clara.

Pese a estar cuesta arriba los rojinegros no perdieron el norte, siguieron llevando la iniciativa, abriendo el balón por los costados y jugando con intensidad.

Los liguistas respiraron hondo con el tanto del empate de Erick Scott al minuto 41, merecido, buscado, porque pese a tener uno menos, los manudos siempre mandaron en el campo.

Si bien es cierto Carmelita abrió la cuenta, fue casi por casualidad. Los de la barriada alajuelense solo tuvieron la llegada de Michael Myers, quien provocó el penal. Lo demás fue rojo y negro, la Liga se empleó a fondo, igualó y en el complemento con la llegada de Hernández las cosas quedaron en su lugar.