Papá de niño atacado por rottweiler habló con Al Día

"Yo no puedo perdonar al dueño de los perros"

Jorshan Steven Brown, de 7 años, está muy grave en el Hospital de Niños

"Mi hijo es un campeón, ha luchado mucho y si pasa esta noche tiene más posibilidades de sobrevivir". Con estas palabras describieron anoche Steven Brown y Shirley Juárez, los papás del pequeño Jorshan Brown Juárez, los momentos que están viviendo, luego de que fuera mordido por tres perros rottweiler.

El pequeño, de 7 años, se debate entre la vida y la muerte, tras el brutal ataque de los perros, el miércoles, en su casa en Limón, en el que sufrió graves lesiones en el cuello, tráquea, y esófago.

Los padres del niño hablaron anoche con Al Día, antes de regresar a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Niños.

Conmovidos por la situación de su pequeño, ambos relataron que los médicos han dicho que tras un ataque de esa magnitud, su hijo no debería estar vivo.

"Jorshan estaba jugando y uno de los perros se salió por la malla y lo arrastró 25 metros, hasta donde estaban los otros dos perros", contó la mamá.

Ayer antes de salir de Limón, el papá del Jorshan sacrificó a los tres perros, con la autorización del dueño.

"Pero eso no me va a quitar el dolor que tengo. No puedo perdonar al dueño de los perros. Que Dios lo perdone", afirmó.

Los médicos les han dicho que Jorshan reconoce las voces, por eso le hablan mucho. "Sabemos que mucha gente está rezando, ojalá que le pidan a Dios que haga un milagro".

El director del Hospital de Niños, Rodolfo Hernández explicó que las heridas del menor son muy graves.

"Está en Cuidados Intensivos, con ventilación mecánica y medicamentos para mantener la presión arterial normal. Su vida está en riesgo", afirmó Hernández.

Los papás de Jorshan le han comprado muñecos, pues están esperanzados en que despierte y pueda verlos. "No le deseo a nadie este dolor que siento, espero que mi hijo sea el punto final de estas situaciones", dijo don Steven.

"Nos abrazamos y comenzaron a mordernos"

María Elena Castillo y Johana Castro también fueron víctimas de un ataque de perros. Nunca se imaginaron que en el último día de su paseo a la playa, el pasado domingo, acabarían yendo a un hospital.

Ambas fueron atacadas por tres perros en San Miguel de Jabilla, Nandayure, mientras se acercaban a la casa de un extranjero.

"Los perros estaban como a 75 metros. Fueron milésimas de segundo. Escuché que tres perros negros ladraban, vi que venían hacia nosotras en carrera. Nosotras nos abrazamos. Ahí nos botaron y comenzaron a mordernos", dijo Castro, de 28 años.

Castillo, de 51 años, agregó: "Esto pudo haber sido mucho peor. No me canso de darle gracias a Dios. Yo gritaba que me habían arrancado la cabeza. Johana comenzó a patear a los perros, cuando sentí que me bajaba sangre caliente". Y, mientras mostraba la sutura de 20 puntadas en su cabeza, dijo: "Fue imprudencia de nosotras, pero también de él (el dueño), pues no había un rótulo o una señal indicando 'perro bravo'".

Ambas están fuera de peligro y seguirán hospitalizadas, al menos, tres días más.