La Virgen de Sarapiquí y Grecia de Alajuela

Adiós a dos ángeles y a una abuelita

El cuerpo de Stephanie Carmona, de 9 años, continúa sin aparecer en el río Sarapiquí

La Virgen, Sarapiquí. - Las dos niñas y la mujer que fallecieron ahogadas el martes pasado en La Virgen de Sarapiquí, fueron enterradas ayer por sus familias.

Fiorella Araya, de 8 años, y su abuela Adela Álvarez, de 62, fueron sepultadas en La Virgen de Sarapiquí, mientras que Melisa Ugalde, de 6, recibió el último adiós de su familia en Grecia de Alajuela. Los socorristas continuarán hoy con la búsqueda, a partir de las 6 a.m., de Stephanie Carmona, de 9 años, la única de las víctimas que no aparece.

El cruzrojista Olman Mejías Paniagua comentó que ya habían recorrido unos 35 kilómetros del río Sarapiquí, y seguirán buscando el tiempo que sea necesario.

Más de 500 personas asistieron ayer a la misa, programada para las 9 a.m., en la iglesia de La Virgen. "El río es un regalo de Dios, una bendición para la comunidad, pero hay que tener mucho cuidado y respeto. Los padres de familia deben tener mucha precaución", dijo el presbítero Jesús Jiménez en su homilía.

Tanto Fiorella como Adela estuvieron rodeadas por flores, familiares y amigos, que les despidieron en el cementerio local.

Vestida de blanco

El mismo vestido blanco que utilizó, hace más de un año, Eilyn Ugalde para hacer su Primera Comunión, sirvió ayer para enterrar a su hermana Melisa.

"Ella siempre nos decía que nos quería mucho. Para mí, ella todavía está viva. Veo el ataúd y deseo que abra los ojos. Creo que Dios está probando a toda la familia para que nos unamos más", dijo ayer en la iglesia Gloriana González, madre de Melisa.

Julio Ugalde, tío de la menor, comentó:"(Melisa) Era muy cariñosa conmigo y con todos, muy apegada, ella era buena con todo el mundo".

A las 12:15 p.m., el entierro había concluido y, con Melisa, se fueron sus deseos de entrar, este año, a primer grado y comprar los útiles escolares que utilizaría.

Sin pierna busca a niña

Gilberto Gómez Oses tiene 43 años y, hace 5, perdió su pierna izquierda en un accidente de moto, pero eso no le impide lanzarse al río a buscar a personas desaparecidas. De hecho, él ya ha encontrado a dos ahogados en las aguas del río Sarapiquí. "Nací en el río y lo conozco muy bien. Mi discapacidad no me impide ayudar y mucho menos tratándose de una niña", comentó.