Johanna Fernández, Miss Costa Rica

Es y será la reina

Desde hace un año, Johanna Fernández duerme con la corona de Miss Costa Rica muy bien puesta.

Ella ha sido la miss que más ha viajado y, sin duda, se ha convertido en una de las figuras más conocidas de la farándula local.

Hoy, esta santaneña está preparada para dejar en manos de su sucesora, el próximo 10 de febrero, un título que la hecho sudar la gota gorda, porque jamás se imaginó que ser la mujer más bella de nuestro país conllevara tanto esfuerzo y trabajo.

"Joa" -como le dicen sus allegados- pensaba que ser reina era una "labor sencilla", pero en el camino descubrió que es todo lo contrario.

A ella le ha tocado sacar la casta para combatir las críticas que le lanzan.

No obstante, la morena asegura con firmeza que si tuviera la oportunidad de volver en el tiempo se presentaría como candidata otra vez y haría exactamente lo mismo que ha hecho.

Haciendo un balance, se ha dado cuenta de que logró todo lo que quería y quedó satisfecha de que el nombre de Costa Rica hoy se escuche con fuerza en cada país que ha visitado, como invitada o para concursar en distintos certámenes de belleza, de los cuales ganó el de Reina Maya Internacional que se realizó en agosto en Belice.

Centroamérica completita, Puerto Rico y Colombia fueron algunos de los que Johanna visitó, además de Tailandia, donde compitió por el título de Miss Universo en mayo del 2005.

De todos, guarda muy buenos recuerdos, especialmente de su visita a Bangkok, un lugar que la emocionó tanto que hasta lágrimas derramó al escuchar a su llegada que los lugareños le gritaban a todo pulmón: ¡Costa Rica, pura vida!

Además, conserva entre sus tesoros la figura de un elefante, el cual, según la cultura "tai", es el símbolo de la prosperidad.

Un trabajo duro

El título de la mujer más bella del país traía consigo algunas sorpresitas que la santaneña no esperaba.

Una fue vivir en carne propia lo que significa ser "una figura pública", un tema delicado y que hay que saber manejar bien.

Por un lado, le permitió darse a conocer, pero, por otro, tuvo que hacer un esfuerzo para que no irrespetaran su intimidad.

"Verse siempre bella", esta es otra de las consignas con las que debe vivir una miss, y Joa no fue la excepción a la regla.

"Es difícil complacer a todos, la gente cree que debemos andar siempre en tacones y maquilladas, pero no es así, a veces se me antoja salir a la calle un poco más cómoda", aseguró la morena, quien, a pesar de su sentir, ha tratado de no decepcionar a quienes se la encuentran en la calle.

Mejorar su figura es otro de los aspectos que llegaron con la corona, pero con este no ha tenido inconvenientes porque ella es una fanática de la comida saludable y el ejercicio.

Un año de cambios

Este ha sido un año de transición en su vida personal. Terminó una relación sentimental con el empresario Valerio Piccirilli, con el que vivió siete años de experiencias y de quien afirma haber aprendido muchísimo. Tras la separación, a la reina se le relacionó con muchos otros galanes, aunque ella asegura que todos esos romances fueron inventados por terceros.

Por ahora, su corazón está tranquilito, aunque en su puerta aguardan respuesta varios pretendientes. Hasta el cantante mexicano Pablo Montero se deslumbró con ella y no tardó en pedir su número de teléfono, el cual, por supuesto, no obtuvo.

¿Ganancias? Ser Miss Costa Rica 2005 le dejó a Johanna muchas vivencias y un gran guardarropa que divide en dos cuartos, uno con trajes de gala y otro con los más casuales.

Además, ella, que se caracteriza por ser una mujer observadora, no perdió tiempo en anotar los "tips" de maquillaje que utilizan otras reinas internacionales para lucir mejor, como delinear la parte de abajo del ojo para darle mayor profundidad a la mirada.

Nuevos números de teléfono se sumaron a su agenda, entre ellos el de la bella boricua Cinthya Olivarría (segundo lugar Miss Universo 2005).

Claro y no está de más mencionar el carrito del año que guarda en su cochera y los ¢1,8 millones que ganó como parte de su premio por ser la tica más bella de Tiquicia.

En cuestión de semanas Johanna Fernández dejará su corona en manos de otra tica. Ella espera con ansiedad y emoción ese momento, aunque no ha escrito el discurso que ofrecerá.

El último vestido que lucirá, como la máxima representante de la belleza nacional, se lo confeccionarán en Puerto Rico.

Poco después de que deje lo que hoy es su trabajo, tomará un avión rumbo a los Estados Unidos, donde espera reunirse con su mamá, Leydin Madrigal, con quien tomará un crucero por las Bahamas.

Meses más tarde, regresará a Costa Rica para terminar la carrera de periodismo y buscar una oportunidad en televisión, otro sueño acariciado.

También tomará posesión de su cargo de gerente de relaciones públicas e imagen de un sitio en Internet norteamericano dedicado al entretenimiento.

Es por estas y otras aspiraciones que Johanna Fernández promete mantenerse activa en el difícil mundo de la farándula y seguir siendo una reina.