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Viernes 24 de febrero, 2006, San José, Costa Rica. |
Nuevo ídolo del fútbol internacional La Pulga atómica conquista el mundo Barcelona tardó 30 segundos en fichar a Messi. Primer contrato fue en una servilleta Alexander Aguilaraleaguilar@aldia.co.cr
Treinta segundos tardó el FC Barcelona en fichar al argentino Lionel Messi, quien hoy deslumbra en Europa, en América, en el mundo entero... Su última lección la dio el miércoles en Stamford Bridge, ante el Chelsea, donde no le importaron sus 18 años para echarse el equipo al hombro. Pero su historia viene de muy atrás; bueno, no tanto. Hablamos del 2000 cuando, junto a su padre Jorge -exempleado de una metalúrgica- llegó a Barcelona, buscando una prueba que le permitiera salir de la crisis social y económica que atravesaba su natal Argentina. En setiembre de aquel año el "Pulga", como le llaman sus familiares y amigos, se acercó al estadio Camp Nou a probar suerte y en el primer toque de balón con los infantiles quedó fichado por Carles Rexach, quien no tardó nada en mirarle su talento puro. "Lo fiché en medio minuto y el primer contrato se lo firmé simbólicamente en una servilleta", dijo Carlos Rexach, extécnico del Barcelona, quien trabajaba en las divisiones menores. Messi tenía 13 años y medía 1,40 metros debido a un problema en sus hormonas de crecimiento. Pero para el Barcelona no había problema. Le pagó, durante dos años y medio, un tratamiento mensual de $900, que el mismo Messi se inyectaba en los muslos. Hoy mide 1,70; pero en el campo se ve más grande que los demás, aunque algunos defensas, como Asier Del Horno, del Chelsea, no lo vio pasar el miércoles y tuvo que detenerlo a patadas. Fue con esa calidad como llegó a debutar con el FC Barcelona en la Liga española. Lo hizo el 16 de octubre del 2004 en el "derby" que el Barça ganó al Espanyol (1-0). Y no tardaron en llegar sus apariciones internacionales, una de ellas famosa frente al Juventus de Italia. Luego de aquel encuentro los técnicos de la "Juve", Fabio Capello, y del "Barça", Frank Rijkaard, mantuvieron una breve charla que aún debe darle risa al holandés. "Mira, Frank, ¿por qué no me lo dejas este año? No lo vas a poder poner y me lo dejas esta temporada. Luego, te lo devuelvo". Rijkaard sonrió con la broma de Fabio, pero ni loco le hizo caso. Si lo hubiera cedido se estaría rasgando las vestiduras por haber soltado al que se encumbra como los grandes. Hablamos de Leo Messi, la "pulga atómica".
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