Quejidos alertaron a vecinos de San Ramón de Tres Ríos

Taxista herido en asalto cae en guindo y muere en hospital

En San José, también asesinan a mujer en pensión y degüellan a adicto en vía pública

Un balazo en el abdomen le cegó la vida, antenoche, al taxista Napoleón Hernández Rivas, quien fue asaltado por tres hombres a quienes daba un servicio.

Hernández, de 59 años, fue baleado por sus "clientes" cuando le robaban el carro en San Ramón de Tres Ríos.

Después, el vehículo apareció abandonado en Curridabat.

Para huir de los tres delincuentes que le dispararon en una zona oscura, el taxista Hernández trató de pasar por debajo de una cerca de púas, sin percatarse de que del otro lado había un guindo de unos 50 metros de profundidad.

Al escuchar sus quejidos, dos hombres, que estaban en una vivienda cercana, acudieron en su ayuda. Daniel Jiménez y Antonio López lograron conversar con él.

"Nos dijo que le pidieron un servicio, que se lo llevaron por ahí y forcejeó con los tipos. Logró herir a uno con un cuchillo, pero otro de los delincuentes sacó una pistola y le pegó un tiro", relataron los dos muchachos.

El herido fue llevado al hospital Calderón Guardia, donde fue sometido a dos cirugías; no obstante, falleció ayer a las 6 a.m.

Hernández vivía en Calle Valverde de Higuito de Desamparados, y tenía más de 20 años de laborar como taxista.

Muy afectada, su hija Dixie Hernández relató ayer que su padre trabajaba, por lo general, durante el día y en la noche, casi siempre, "estaba en la casa".

Visitó a la mamá

"Ayer (viernes para los lectores) estuvo toda la tarde con nosotros, fue a visitar a mi abuelita, la mamá de él, quien está muy enferma, y luego pasó y me dijo que habían asaltado a un compañero.

Le dije que Dios lo acompañara, que nada iba a pasarle", contó Dixie a Al Día.

Según dijo, su padre ya había sufrido un asalto, pero nunca lo habían agredido.

Los médicos les explicaron que la bala le perforó el intestino.

Hernández es padre de tres mujeres y un varón.

Dos víctimas más

El asesinato de Hernández se suma a otros dos crímenes que tiñeron de sangre la noche del viernes y la madrugada del sábado en San José y Tibás.

Una mujer de origen nicaragüense, cuya identidad no trascendió, fue estrangulada en la habitación de una pensión josefina.

Al parecer, la mujer se dedicaba a la prostitución y se encontraban dando un servicio.

Los empleados de la pensión hallaron muerta a la mujer. Ella acudía ahí con frecuencia y fueron ellos los que dieron la voz de alerta a la policía.

Casi al mismo tiempo, Fernando Fonseca, de 36 años y conocido adicto a las drogas en el barrio Lotes Volio, fue degollado en Tibás (ver nota adjunta).

El OIJ trata de determinar las circunstancias en que ocurrieron esas dos muertes.

Hasta anoche no se tenía ningún sospechoso.

La víctima / Al Día Napoleón Hernández. Edad: 58 años

Le dieron cuatro puñaladas

Fernando Fonseca Mora, de 36 años, murió de cuatro puñaladas, en las cercanías de la clínica Clorito Picado, en Cinco Esquinas de Tibás. El hecho se registró el viernes a las 11:10 p.m.

Fonseca, conocido adicto a las drogas e indigente, fue herido en espalda, brazo y pecho. La cuarta estocada se la dieron en el cuello, la que, según las autoridades, lo degolló.

Sus familiares, vecinos del barrio Lotes Volio, dijeron que Fonseca estuvo en la casa de la mamá el viernes y luego no lo vieron más. "Dormía donde le diera la noche. Hace mucho tiempo estaba en las drogas", dijo su sobrina, Karla Madriz.