Zinedine Zidane, Futbolista

Rey del cabezazo

En los 17 años de carrera profesional, este francés de origen argelino ha demostrado ser un "mago", un caballero del futbol, un padre de familia amante de la discreción y un hombre que sabe para qué sirve el carácter

Los cabezazos parecen ser uno de sus fuertes. Tanto los buenos como los malos. Quizás por eso los franceses, que lo adoran, le perdonaron a Zinedine Zidane el que le "regaló" el domingo al italiano Marco Materazzi.

Claro, se trata de un lujo que solo pueden darse los mejores del mundo y él, según los entendidos, integra el santísimo quinteto, donde también están Maradona, Pelé, Cruyff y Di Stefano.

Su primer nombre es Yazid. Nació en el barrio marsellés La Castellane. Debutó el 10 de mayo de 1989 (sin haber cumplido 17 años), pero debió esperar casi dos años para hacer un gol. Cuando anotó, contra su timidez casi congénita, celebró bailando en la cancha para Veronique, que hoy es su esposa y la madre de Enzo, Luca, Teo y Elyas. Su musa.

Tiene una bien ganada fama de caballero; sin embargo, en los años de jugador profesional llegó a sumar 12 expulsiones.

Francia produce oro

El 9 de julio, después del golpe a Materazzi, hubo quienes recordaron que ocho años antes (el 12 de julio del 98) Zidane había vuelto loco a un país con dos goles de cabeza en un partido contra los monarcas del momento, los brasileños. Entonces aquella cabeza, algo más cubierta que ahora, se convertía en una de 24 kilates, oro puro, y el cuento de que era un "mago" tomaba fuerza.

A lo mejor le pasa como a otros futbolistas, quienes a fuerza de divertirse con lo que hacen terminan divirtiendo a quienes los ven. Quizás allí radica la magia. Él lo explica así: "Cuando uno está en la cancha o entrena, cuando uno está en la actividad profesional, trata de disfrutar y hacer disfrutar a toda la gente que nos apoya".

Y en su caso eso del apoyo llegó a los niveles más altos tras la embestida a Materazzi. El mismo presidente francés, Jacques Chirac, lo recibió en el palacio del gobierno como un héroe, como si hubiera defendido en Alemania el honor del país.

Zidane -padre de cuatro al fin y al cabo- trató de suavizar el novelón ofreciendo disculpas... pero machacando que de arrepentimiento nada.

¿Qué dirá de todo esto Veronique, su esposa? No lo sabremos, pero se conoce que la bailarina de origen español tiene mucha influencia en la vida de Zizou. Hasta logró acercarlo al cine y al teatro, pasatiempos poco apetecidos por la mayor parte de los futbolistas.

Dicen que cuando se conocieron el flechazo fue total. Fue en una discoteca de París. Él tenía 17 años y ella 19. La historia cuenta que un amigo de Veronique se le acercó con el muchacho e hizo de Cupido con una frase: "Quiero presentarte a Yazid".

Con el tiempo lo irían conociendo también en Francia, Europa, medio mundo. Los fanáticos lo adorarían y él empezaría a colarse en el quinteto donde esperaban Maradona, Cruyff, Pelé, Di Stéfano. El mago hizo, así, su mejor truco.

Dice que cuando debutó, a los 16 años, estaba contentísimo porque eso era lo que había esperado. "Una vez que uno se entrena con profesionales, siendo muy joven ... siente mucha felicidad y, al mismo tiempo, va con mucha prudencia", dijo en una entrevista con la cadena ESPN en setiembre del año pasado. Este es un extracto de la conversación con Luis Omar Tapia.

¿Te duele que no pudiste jugar en tu equipo favorito?

Tuve la posibilidad de jugar con Marsella cuando estaba en Cannes. Pero entonces no se dio. Y después tomé otro camino y fue completamente diferente de lo que podía haberme imaginado.

¿Fue difícil, al comienzo, el fútbol italiano?

No fue difícil. Lo que era difícil era cambiar un poco de contexto, de ciudad, de país, un poco todo eso. Irse lejos de la familia...

Cuando te tocó salir de la Juventus. ¿fue algo que tu querías?

Me fui de la Juventus porque tenía ganas. Hacía cinco años que estaba con la Juve, cumplí mi turno, tenía la impresión de estar estancado, de no avanzar, de haber perdido mis metas... cuando es así es mejor parar.

¿Qué te dejó emocionalmente la final de la Copa Intercontinental contra River Plate?

Mucha felicidad porque pude realizar el sueño de ganar la Intercontinental que siempre, en el fútbol, queremos lograr algún día. Pero, por otro lado, realicé un sueño que no pude cuando era niño: ver jugar a Enzo Francescoli y conseguir su camiseta.

¿Cuál es la diferencia entre el Zidane que está en el campo de juego y el que está fuera?

Cuando estoy en casa trato de comportarme como un padre de familia, como un marido, como todo el mundo. Cuando uno esta en la cancha o entrena trata de disfrutar y hacer disfrutar a la gente que nos apoya...