Ariane Garnier, Ana Victoria Garro, artistas
Genalguacil, ¡allá vamos!
Estas dos amigas fueron escogidas entre aspirantes de 52 países para viajar a hacer arte a España Ovidio Muñoz
Las dos están emocionadísimas. Fueron escogidas entre artistas de 52 países y el 31 de julio salen para Genalguacil, en Málaga, donde dejarán parte de su genio creativo en manos de los habitantes de ese pueblo blanco español, que también es un museo.
Cada una viaja con un proyecto al que se dedicará en cuanto lleguen. "El mío es una instalación de vestidos hechos con cedazo. Es una queja porque solo se ve la parte exterior de las personas, no la interior", explica Ariane.
A simple vista, a pesar de la aspereza del cedazo, los trajes se ven suaves y delicados. Para colocarlos pidió un espacio de bosque, donde los vestidos flotarían y, poco a poco, la naturaleza y los pájaros irían cubriéndolos con musgo y desechos hasta convertirlos en parte del paisaje.
Ana Victoria dejará en aquellas tierras la figura de una mujer. "Representa a una contadora de cuentos americana. Mide 1,60 por 1,10 metros y le salen seres del cuerpo".
El día de la develación de la obra, la misma Ana Victoria se convertirá durante un rato en contadora de cuentos. De su boca saldrán palabras escritas por Fabián Dobles, Alfonso Chase, Lara Ríos, Víctor Flury...
Crear, siempre crear
Desde ahora, Ariane y Ana Victoria, grandes amigas, sueñan con Genalguacil, con los conocimientos y las anécdotas que podrán compartir con todas las personas que harán del pueblo un hervidero de artistas.
Y sin haber empezado la aventura ya piensan en los proyectos que podría traerles el futuro e impulsan los del presente, como los que desarrollan en Punta Islita, en Guanacaste.
Allá, Ariane trabaja con los niños y Ana Victoria con la comunidad, acercándolos a la experiencia de crear, invitándolos a sacar el talento y convertirlo en arte.
De las dos
Ana Victoria Garro es una conocida cuentacuentos. Ha recorrido todo el país compartiendo con quienes quieren oírla narraciones que, en muchos casos, el tiempo ha puesto en peligro de extinción. También pinta y esculpe.
Ariane Garnier regresó a la universidad cuando su última hija entró a la escuela.
Quería seguir cumpliendo metas, complementar con el arte las enormes gratificaciones que ya le había dado la maternidad. Las dos tienen el corazón lleno de planes.
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Juan Ramón Soto /Al Día
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En Sarapiquí.
A Ana Victoria Garro le encanta la naturaleza. Archivo
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Sus "costuras".
Ariane trabaja en algunos de sus vestidos. Juan Ramón Soto
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