Portada Nacionales Sucesos Ovación Farándula Vivir Hoy Internacionales VIP Foro Galería Escríbanos Pura Vida | ||||
|
Gran ayuda para los pequeños luchadores 60 niños ticos viven con marcapasos Enfermedades congénitas, en su mayoría, provocan el implante hasta en recién nacidos Sylvia Alvarado Marencosalvarado@aldia.co.cr
Un pequeño aparato electrónico, cubierto de acero inoxidable, le devolvió el ritmo al corazón y la sonrisa al rostro de 60 niños y adolescentes ticos. A todos ellos se les implantó un marcapasos en el hospital Nacional de Niños (HNN), adonde asisten periódicamente para asegurarse de que todo anda bien. El implante se hace cuando el corazón no puede, por sí solo, mantener el ritmo normal.
Esto se debe a enfermedades adquiridas, calcificación del tejido de conducción que bloquea los impulsos eléctricos, después de una cirugía de corazón, o a defectos congénitos, muy comunes en niños con síndrome de Down. El marcapaso se coloca debajo de la piel, en el pecho. Desde el aparato (generador), sale un cable hasta el corazón que se encarga de enviar los impulsos. Jorge Faerrón, cardiólogo del HNN, explica que a los niños -incluso bebés-se los ponen en la pancita. "He tenido casos en que el marcapasos pesa la mitad de lo que pesa el bebé". Cuidados y mitos Faerrón y su colega Osvaldo Gutiérrez, del hospital México, explican que, aunque algunas veces se presentan infecciones después del implante o los cables se rompen, los marcapasos modernos son muy seguros y quienes los usan pueden tener una vida normal. No obstante, es recomendable mantenerse a una distancia de al menos un metro del horno de microondas porque, al igual que los detectores de metales y barras "antirrobos" de las tiendas, pueden interferir con la actividad eléctrica del aparato. Lo que sí está prohibido es recibir tratamientos de diatermia (corrientes eléctricas) o someterse a estudios con resonancia magnética nuclear. Para ambos médicos, el efecto negativo de los teléfonos celulares o la posibilidad de que les caiga un rayo porque llevan un marcapasos son mitos. El cuidado más importante es asistir al control periódico y no exponerse a actividades bruscas, ni practicar deportes competitivos o de contacto, como el fútbol y el karate, los cuales podrían ocasionar que se rompa el cable o desconectar el marcapasos. "El aparato tiene una vida útil de 10 a 15 años, pero quien lo necesita, lo usará toda la vida porque esa deficiencia no se cura", aclara Faerrón. Gutiérrez agrega que "es poco probable que alguien muera en el acto porque se le quita el marcapasos, pero sí puede tener complicaciones muy serias en las próximas horas o días que podrían causarle la muerte". "Se puede hacer deporte, pero con una bola suave, para evitar un golpe fuerte, con excepción de tirarse de panza en tobogán. Cualquier niño con marcapasos puede tener una vida normal ", aclara, con una sonrisa Faerrón, un "ángel", según muchos padres. |
|
Al día de nacida le pusieron el "motorcito" Jimena Murillo nació a los 7 meses, con un bloqueo en el corazón. Un día después, le implantaron un marcapasos. Hoy tiene cinco añitos y ya le han practicado dos cirugías; la última fue el año pasado, cuando le cambiaron el aparatito porque había bajado de las costillas a la ingle. La pequeña, amante de las clases de danza, pasó varios días hospitalizada debido a que su cuerpo rechazaba el nuevo marcapasos. A punta de antibióticos, cuidados y mucha fe, salió adelante. Hoy, lleva una vida normal, como cualquier chiquita de kínder, solo que cada vez que sale del país debe llevar un documento que certifique que ella no puede pasar por el detector de metales y, por cautela, no se acerca ni a un metro del "micro" cuando está prendido. También asiste, religiosamente, al control médico. "Ella sabe que por su deficiencia cardiaca no podrá hacer deportes extremos, fumar, ni engordar demasiado, y que cuando vaya a tener un hijo, deberán reprogramarle su marcapasos", dice su mamá, Lorena Vargas. En busca de la causa que pudo haber ocasionado el mal de Jimena, doña Lorena se hizo muchos exámenes para determinar si ella padecía alguna enfermedad, pero no encontraron nada. "Esto ayuda a caminar a mi corazón", dice Jimena, tocándose el marcapasos, mientras su mamá asegura que Dios y los médicos le han devuelto la vida en varias ocasiones. "Yo amo la Caja. Aquí pueden privatizar todo, menos esa institución. El hospital de Niños es excelente". |
|
Portada
Nacionales
Sucesos
Ovación
Farándula
Vivir Hoy
Internacionales
VIP
Servicios Foro Galería Escríbanos Pura Vida |
© 2006. Periódico Al Día. El contenido de aldia.co.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr . Diseño del sitio: Juan Pablo Carranza |