Arbitro argentino tuvo que lidiar con protestas y jugadas al lÍmite
(AFP) - El árbitro argentino Horacio Elizondo no tuvo el hoy un día sencillo en el partido Alemania-Costa Rica (4-2), inaugural del Mundial 2006, al enfrentar algunas protestas y jugadas endiabladas, aunque sus pitazos tampoco influyeron en el resultado.
El juez se atuvo a las nuevas instrucciones reglamentarias de la FIFA al no perdonar los excesos y mostrar tarjeta amarilla al costarricense Danny Fonseca en la primera fase, pero los jugadores alemanes le reprocharon en masa no haber cobrado un tiro penal por presunta infracción sobre Bernd Scheneider en la segunda mitad.
Una decisión difícil tuvo que adoptar cuando dejó seguir un avance en el que Paulo César Wanchope se filtró por detrás de la defensa germana y estableció la igualdad parcial (1-1), en una posición que no era adelantada por muy poco.
No obstante, la repetición por televisión de la maniobra del segundo gol marcado por el moreno de Costa Rica (puso el marcador 3-2) evidenció que estaba en una posición ilegal, aunque apenas por milÍmetros.
Colaboraron con Elizondo, considerado el mejor colegiado argentino a los 42 años, los jueces de raya compatriotas DarÍo GarcÍa y Rodolfo Otero.
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