Poco ambiente en San José

Otro colerón más

San José. La decepción por el paso desteñido de nuestra tristemente célebre Selección Nacional por Alemania, se podía respirar y sentir ayer en las estrechas calles de San José.

La otrora marea roja que inundó hace pocos días el bulevard de la Avenida Central para ver el primer encuentro del Mundial, se convirtió en un escaso grupo de aficionados que estaban allí -más que otra cosa- porque no tenían algo mejor que hacer.

Un grupo de borrachines capitalinos, olorosos a hollín, guaro, calle y tierra, bailaban y se arrastraban por el suelo, estacionados frente a una gran pantalla, mientras en Alemania los jugadores ticos eran abatidos por los polacos.

Muchos ni se detuvieron a ver el jaque mate de los europeos.

Ya casi no había camisetas rojas, ni vendedores de banderas, ni televisores en las tiendas, ni esperanza, ni ilusión y mucho menos ganas de hablar de fútbol.

De nuevo, muy pronto, regresó la aburrida e inevitable vida cotidiana a esta ciudad que tiene de todo, menos alegría.