Españoles no pudieron jubilar a "monseñor"

Zizou regateó el adiós

Raúl tuvo un cumpleaños infeliz y posiblemente jugó su última Copa del Mundo

Hannover (Alemania)/ DPA. Los grandes en el universo del fútbol suelen rebelarse a su destino hasta el último momento, y ayer el galo Zinedine Zidane no quiso ser la excepción.

Aunque su luz se asemeje más a la de una desfalleciente supernova que a la de una esplendorosa estrella, no va con él aquello de irse por la puerta de atrás de un deporte de sus amores.

Y para tragedia de España decidió que su último Mundial no se diluirá en la intrascendencia.

"No, la jubilación no llegó esta noche. Lo lamento por los españoles, que lo habían pronosticado", comentó satisfecho tras la victoria 3-1 ante España.

En una cita de las grandes como es los octavos de final de una Copa del Mundo, con media prensa española anunciando su jubilación inmediata tras el partido frente a la selección de Aragonés, Zizou volvió a ser Zizou, y con mayúsculas. Majestuoso.

Encaró a Carles Puyol por sobre la izquierda cuando se moría el partido y España buscaba desesperada el 2-2. El estadio enmudeció sabiendo que estaba ante el momento cumbre del genio. Y el francés frotó la lámpara. Destartaló al catalán con un quiebre hacia adentro y definió bajo ante su excompañero Iker Casillas, nada menos. Fue la apoteosis francesa: "Les Bleus" siguen con vida.

La ota cara de la moneda es el otro "galáctico" Raúl, quien posiblemente jugó su última Copa.

Sin dar demasiadas vueltas para llegar a las conclusiones de la eliminación española, Raúl puso ayer la cuota de sinceridad que se espera de un capitán y asumió que la vuelta a casa está relacionada con los propios errores.

"Está claro que volvimos a no saber competir. Creo que Francia ha sido superior. Hemos intentado, pero no hubo muchas ocasiones para ganar el partido. Tal vez hemos tenido más posesión, pero eso no se ha materializado en claras ocasiones de gol", dijo un alicaído Raúl, a la marea de periodistas que lo rodeaba denotando su tristeza y dolor por la eliminación mundialista.

Tres momentos de infarto

Alegría fugaz. David Villa anotó de penal a los 28 minutos y ponía a soñar a los españoles una vez más. Remontada. Frank Ribery dribla a Casillas y se apresta a marcar el 1-1 al 41, para los franceses. Golpe de gracia. Zidane (10) regateó a Pernía (3) y marcó el lapidario 3-1 para Francia. ¡Zinedine está vivo!