Rodrigo Arias

El "gran hermano" detrás del trono

El hombre clave de las negociaciones en Zapote advierte que no tolerará amenazas y hará cumplir la ley

"Mirá, esto es diferente. No se van a dar las proyecciones que teníamos y, si ganamos, va a ser por una diferencia muy pequeña".

Ésas fueron las palabras que le dijo Rodrigo Arias a su hermano, el hoy presidente electo, Óscar Arias, la noche del 5 de febrero en la suite presidencial del Corobicí, cuando los resultados empezaron a mostrar un margen demasiado estrecho entre el PLN y el PAC.

"No se puede negar que hubo nerviosismo y tensión. Es lo normal. Eso atrasó que Óscar bajara, pero, ante la presión de que algo había que decir, bajé a pedir prudencia, aunque estaba seguro de que habíamos ganado".

El "gran hermano" hoy asegura que aprendieron la lección de que "el país está bastante polarizado, que hay temas sensitivos que tratar con mucho cuidado, que requieren más diálogo con los sectores y mucha prudencia para hacer los cambios sociales y económicos que hay que hacer".

Esa enseñanza, reconoce, los ha hecho replantearse cuáles son las personas más conciliadoras para el gabinete que ya tienen pensado en un 50 por ciento, y que Óscar Arias anunciará, en pleno, en los próximos días.

Sin embargo, Rodrigo Arias rechazó la advertencia sindical de que o tiran el TLC a la basura o aquí habrá confrontación. "Eso no es negociable".

"El pueblo le dio un mandato claro a Óscar, y eso significa que tomaremos en cuenta los temas de la agenda de los otros actores políticos, pero sin abandonar la agenda propia. Respetaremos la Constitución y también garantizaremos la libertad de tránsito de la población".

¿Los resultados les obligaron a replantear el gabinete con personas más conciliadoras?

Sí. Ahora, en algunos puestos, el tema de ser conciliador y la capacidad de enfrentar la nueva realidad han tomado más importancia en el perfil.

¿Han rechazado algunos ser parte del gobierno por el bajo sueldo y la nueva ley de enriquecimiento ilícito?

Sí. Para algunos es difícil porque el sueldo de un ministro es el 20 por ciento de lo que están ganado en el sector privado. A otros no les gusta tener que reportar toda la ropa y renunciar a juntas directivas, como dice esa ley en la que se pasó la mano.

¿Ese gabinete será totalmente liberacionista o habrá personas de otros partidos?

Serán personas serias y comprometidas. Una mezcla de gente de experiencia y gente joven. No es una condición estricta el estar afiliado a Liberación Nacional.

¿Llamarán a Ottón?

Le hemos tendido puentes, pero su única respuesta es que contestemos la carta que mandó. Ahí, él sugiere cosas que haremos, como reducir el número de asesores legislativos y ver si es posible reducir el monto de nuestra deuda política en mil millones.

Dice creer que el apoyo a Ottón fue de un 26%, ¿quiere eso decir que no lo ve alcanzando la Presidencia en el 2010?

Habrá que esperarse 4 años, pero no creo que, en estos momentos, pueda mantener un 40 por ciento.

¿Cuál será el primer decreto?

Uno será sectorializar el Poder Ejecutivo para que yo pueda coordinar mejor con una especie de consejo de ministros rectores de sectores. El mismo 8 de mayo, queremos mandar una señal fuerte. Realmente queremos hacer un buen gobierno. Tenemos, como nunca, la mejor intención de hacer las cosas bien, y usar la experiencia vieja y nueva. Me siento más preparado, con más paz espiritual para este gobierno. Sé lo que hay que hacer y ahora falta implementar eso y buscar consensos urgentes en temas importantes.

¿Qué logros le contentarían?

Reducir la pobreza considerablemente, mantener la escolaridad de jóvenes en secundaria, crear más empleos y que se apruebe el TLC con Estados Unidos.