RBD ATRAJO A MILES ANOCHE A TIBÁS

Cuando el Saprissa cambió de dueño...

La cueva del monstruo cambio de dueño anoche y se le entregó, entera, al fenómeno musical mexicano RBD.

Anahí, Dulce María, Maite, Alfonso, Christopher y Christian, quienes a pesar de tener voces poco privilegiadas y contaron con un escenario más bien pobre (solo cuatro pantallas, un logo y cuatro músicos) demostraron que el éxito está de su lado.

Miles de pequeños y adolescentes (la mayoría con sus padres) acudieron a la cita con los integrantes de uno de los grupos del momento. El público no daba crédito a lo que veía: sus ídolos estaban al frente y eso los "obligaba" a deshacerse en gritos y aplausos para ellos.

Eso sí, para los seguidores de estos "rebeldes" del pop su gran día empezó como una pesadilla, ya que la espera fue muy larga. El grupo nacional Porpartes, que se suponía iba a calentar la noche, dejó plantado al público debido a que, al parecer, uno de los integrantes se enfermó.

Conforme los minutos fueron pasando la tensión crecía. La gente no paró de chiflar y a muchos papás se les notaba el disgusto cuando, a las 7:15 p.m, hora prevista para el inicio del concierto, los muchachos de RBD no aparecían por ninguna parte.

Las niñas, vestidas al mejor estilo de Anahí y Dulce (con falda y botas de peluche), no apartaban sus ojos del escenario.

Por fin, a las 8:10 p.m aparecieron frente a todos banderas de Costa Rica sostenidas por los chicos y el estadio fue una locura.

La banda comenzó a tocar los primeros acordes de su himno, "Rebelde", con el cual le dio la bienvenida a los miles fans.

Las primeras palabras del grupo fueron de agradecimiento por todo el apoyo. Y después siguieron con otros temas, también muy populares, como "Otro día que va", "Santa no soy", "Nuestro amor", "Sálvame". Todos, claro, fueron coreados por los menores que anoche se aprovecharon y se adueñaron del "Sapri".