MURIÓ EN EL MÉXICO POCO ANTES DE LAS 10 A.M.

Joven atacado en Tibás hablaba con la mamá cuando lo balearon

Los padres decidieron donar los órganos para que el muchacho "se quede aquí"

"Estaba hablando por teléfono conmigo. Le pregunté dónde estaba y me dijo que en Tibás, esperando a Manuel. Ahí se cortó la comunicación. Yo decía: Aló ¿Fafi?, ¿Fafi?, Aló? y nunca más me respondió, nunca más...".

Doña Eloísa Morera está segura de que fue en ese momento cuando, en la tarde del viernes, desconocidos le dispararon en la cabeza a su hijo Fabricio Fallas Morera, de 23 años, quien quedó gravemente herido y falleció ayer, poco antes de las 10 a.m., en el hospital México.

Desde que ingresó, los médicos le advirtieron a la familia sobre la gravedad. Les dijeron que "solo un milagro" lo salvaría.

La bala le ingresó por la parte derecha de la cabeza. Fue atacado cuando, sentado frente al volante de su carro, esperaba a que su amigo y compañero, Manuel, retirara un dinero en el barrio González Truque, en Tibás.

La policía investiga el caso como un intento de asalto.

Según contó ayer la prima del joven, Isela Cascante, Fabricio se dedicaba a la iluminación y sonido de conciertos.

Incluso, participó en los espectáculos del cantante español Alejandro Sanz y de la banda argentina Bersuit Vergarabat.

Recientemente, el muchacho estaba apoyando al grupo nacional Las Tortugas, al que precisamente ayer debía acompañar en un concierto.

"Era un hijo muy trabajador y siempre estaba ayudando a los papás. No es justo lo que le pasó", dijo Isela ayer a Al Día, en la casa de la víctima, en San Rafael Arriba de Desamparados.

Desde la noche del sábado, al conocer la gravedad de su hijo, doña Eloísa y Arnoldo Fallas, padre del joven, decidieron donar todos los órganos que fuera necesarios para salvarle la vida a otras personas. "Lo hicieron para que se quede aquí. Mi primo era muy sano", añadió Isela.

Fabricio era el menor de tres hijos varones.

La víctima Nombre: Fabricio Fallas. Edad: 23 años

"Se me fue un pedazo de mi vida"

Doña Eloísa Morera se preguntaba ayer una y otra vez cómo la persona que asesinó a su hijo pudo dormir bien antenoche.

"Fafi nos apoyaba en todo, era un gran hijo... Se me fue un pedazo de mi vida... era mi vida...", le dijo a Al Día, en medio de su dolor.

"Es que a mi hijo me lo mataron, me lo mataron", decía una y otra vez doña Eloísa, mientras amigos y familiares la abrazaban para darle apoyo.

"La persona que hace una cosa como ésta no tiene miedo a nada... Mi hijo nunca anduvo en pandillas ni nada. Era muy trabajador, yo le ofrecía de comer muchas veces, y no lo hacía por salir corriendo a trabajar".