Pugna por primera reunión de acercamiento

De "arrogantes" tildan los Arias a algunos sindicatos

Albino Vargas y Fabio Chaves no irán hoy a su casa. Otros grupos sí

Antes de empezar siquiera la primera reunión, surgieron los roces entre algunos sindicatos y los hermanos Arias.

Mientras que, para ellos, negarse a ir a la casa de Rohrmoser es "muestra de arrogancia", para líderes como Albino Vargas, "esa postura no es arrogante, sino prudente y digna de decoro".

Vargas y Fabio Chaves, de Asdeice, pidieron pasar la reunión de hoy a la Defensoría o a la Curia y contar con monseñor Barrantes como testigo de honor.

"ANEP no va. El diálogo se hace donde las partes se encuentran cómodas y, en esa casa, no nos sentimos cómodos", dijo Vargas.

Sin embargo, Xiomara Rojas, del SITECO, sí irá con miembros de varios grupos que asesora. "Si fuimos a la casa de Ottón, con más razón a la del presidente electo. Respeto, pero no comparto la decisión de los compañeros".

Rodrigo Arias, el futuro ministro de la Presidencia, señaló que "negarse a ir es, para nosotros, muestra de arrogancia. El presidente electo los invitó a su casa a iniciar un diálogo, no a comprometerse a nada. La puerta estará abierta por si recapacitan".

Óscar Arias agregó: "Voy a estar en mi casa, a las 9:30 a.m., esperándolos; si llegan bien y, si no, pues también.

"Espero que el que quiera hablar con el presidente, llegue a mi casa o, luego, a la Casa Presidencial. No creo que alguien le diga a George W. Bush que quiere verlo en otro lugar que no sea la Casa Blanca. ¿En qué país vivimos?".

Rodrigo Arias aclaró que no es por falta de humildad, como dijo un sindicalista, que no aceptan reunirse en otro lugar. "Ahí han ido todos los sectores. ¿Por qué tiene que ser donde ellos dicen y en las condiciones que dicen?".

Tanto Vargas como los Arias manifestaron que "es importante el diálogo", por lo que confían en otras oportunidades para hablar. Lo que no dijeron fue dónde.

Antillón: "Soy una mujer de diálogo"

Poco después de ser designada jefa de fracción, por aclamación, Mayi Antillón anunció que su prioridad será devolverle a la Asamblea la credibilidad.

"Se respetará la institucionalidad, permitiremos que las cosas se voten y, cuando perdamos, tendremos la humildad de buscar otras iniciativas. Habrá camaradería, y no insultos".

Trabajará por presentar "una agenda de desarrollo con cara humana. El comercio exterior es importante, si genera empleo, inversión y mejor calidad de vida".

Anunció que tendrán solo cuatro asesores de confianza, lo que ahorraría al país ¢1 mil millones anuales.

Antillón negó haber sido impuesta por los Arias, pues sus compañeros "me han visto en todo el país ayudando en temas controversiales. Soy una mujer de diálogo y de puentes".

Confesó que le ilusiona mucho que al frente del PAC y el ML también hay mujeres. "Es una señal de los nuevos tiempos. Sé que no defraudaremos al país".

"Que Washington le diga a Ottón que no se puede"

Arias le pidió a Ottón Solís que viaje a Washington con sus vicepresidentes Laura Chinchilla y Kevin Casas para determinar, de una vez, si se puede renegociar el TLC. Propuso, además, que John Biehl, amigo común, sea testigo de honor de las conversaciones.

Así se lo hizo saber en la carta que le envió el martes, y que Solís no pudo leer porque está en Corcovado.

En ella, Arias, tuteándole, le pide que dejen atrás las confrontaciones inevitables de la campaña y empiecen a trabajar juntos por el país.

"A mí me han dicho que no es posible renegociarlo, él dice que sí. Que las autoridades allá nos digan sí o no ya, porque no podemos seguir en esta discusión eterna", dijo Arias.

" No he podido convencer a Ottón ni a varios sectores, de que no se puede renegociar. Entonces, que le pregunten al más alto nivel de Washington o que se lo diga Tatica Dios, porque a mí no me hacen caso".

"Si se puede mejorar, lo hacemos. He dicho que el TLC se analice y se vote. Si mañana se rechaza, pues se va al canasto de la basura".

Arias dijo confiar en la madurez del PAC, y señaló que pretende reunirse con Solís antes del viaje para hablar de muchos temas más, "porque no vamos a seguir en un intercambio de cartas. Las ideas se cambian conversando".