Óscar y Rodrigo Arias firmaron decreto

Lanzan manual de conducta para los burócratas

Aún dolían en Zapote la renuncia obligada de un directivo de Recope recién nombrado, y la denuncia de la Contraloría de que un 20% de los empleados públicos no cumplió la obligación legal de presentar su declaración jurada de bienes.

Por eso, ayer, temprano, el propio presidente Óscar Arias y su mano derecha, Rodrigo Arias, ministro de la Presidencia, se apresuraron a firmar un decreto para regular el comportamiento y garantizar la ética de los funcionarios del aparato estatal.

La directriz obliga a los burócratas a abstenerse de realizar acciones que los beneficien personalmente, a sus familias o a sus empresas, e, incluso, a "separarse del cargo", si fueran enjuiciados por algún motivo.

Se establecen como principios de la función pública el afán de servicio, la integridad, la objetividad, la rendición de cuentas, la transparencia, la honradez, la racionalidad y el liderazgo.

Por eso, los empleados y jerarcas de Estado están ahora obligados a "rendir cuentas ante los órganos públicos correspondientes, la prensa y organizaciones de la sociedad civil por los actos y decisiones realizadas en el ejercicio del cargo, y someterse a cualquier forma de escrutinio".

Además, será una obligación que declaren públicamente cualquier interés privado relacionado con sus deberes públicos.

Para garantizar que se cumplan los principios y normas establecidos, el Gobierno designará una Comisión de Ética que se encargará de darles seguimiento a las denuncias de irregularidades que puedan presentarse.