Costa Rica hizo pobre papel en Cataluña y perdió 2-0

Uf, qué dura fue la caída

La Selección sigue dejando muchas dudas, a solo dos semanas del Mundial

Terrassa, España. Lo bueno es que fue un partido de fogueo. Lo malo es que el nivel de Costa Rica sigue siendo el mismo desde hace tiempo, sin progresos.

Buena fue la exigencia, la seriedad del rival. Malo es que el tiempo para mejorar es escaso, que la Selección no gusta, no entusiasma y que el Mundial está a la vuelta de la esquina.

Cataluña nos ganó y lo hizo bien. Y lo peor es que ni siquiera metió el acelerador. Costa Rica era el equipo mundialista, el que debió llevar el peso del partido, el que debió generar peligro, el que debió ilusionar. Sucedió todo lo contrario.

Los nacionales lucieron sin ideas, sin capacidad, sin indentidad. Las ganas que mostraron no alcanzó. El fútbol menos.

Preferimos pensar que algunos de nuestros jugadores pasan un mal momento, antes que decir que no tienen nivel para la alta competencia.

Por ejemplo, Hernández. No dio una buena. Anduvo desubicado y no pesó en 45 minutos. Destacable solo el remate a marco directo que hizo a los 32 minutos y que fue el primero de Costa Rica.

Saborío es otro caso. La tuvo otra vez y la dejó ir. Optó por pasar el balón a un costado a Douglas Sequeira cuando tenía que definir él. Para colmo de males, lo pasó mal. Es falta de confianza. Las cuatro oportunidades que perdió en el juego ante el cuadro de Paul Breitner le están pasando una factura altísima.

Centeno. Es de esos hombres que no juegan mal, pero uno sabe que puede dar el doble. Esperemos que sea falta de ritmo y no de sangre, porque su juego creativo le hace mucha falta a la Sele.

Del juego propiamente dicho no hay nada destacable a favor de Costa Rica, en cuanto a ofensiva.

El remate de Hernández, antes referido, y otro disparo lejano de Cristian Bolaños, al 84, que recogió Jorquera sin problema, fueron las dos aproximaciones más cercanas. Demasiado poco.

La más clara, sin embargo, fue la de Saborío, antes aludida.

Cataluña hizo lo suyo. Tomó el partido con seriedad, apretó un poquito al principio y luego sacó el pie del acelerador, pues el oponente no exigía nada.

El primer gol cayó al intentar salir jugando con velocidad desde la defensa. Hernández dejó el balón muy corto, Piti se adelantó al receptor, estableció conctacto con Roger, hicieron el uno - dos y Piti quedó solo para definir ante el guardameta Álvaro Mesén.

Apenas corría el minuto 7 y ya la tristeza nos embargaba, no por el gol, sino por el juego.

La seguna anotación fue un penal muy drástico. Casi diríamos que inexistente. Leonardo González llegó primero y barrió la bola ante la entrada de un delantero catalán. El árbitro sancionó la falta. Roger disparó raso y certero a una esquina de Porras.