San José Costa Rica. Edición del 28/mayo/2006. | Ir a Al Día |
Madonna, Cantante Reina de la provocación Acaba de empezar una gira de conciertos donde se hace crucificar y luce una corona de espinas. Fiel a su estilo, ella sigue dando guerra Ronny Rojas
En una entrevista reciente, Madonna reveló que Lourdes, su hija de 9 años, ya hace preguntas filosas. "Me preguntó 'Mamá, ¿sabes que dicen que eres gay porque besaste a Britney Spears'". Desconocemos la respuesta, pero es probable que la reina del pop no le haya dicho la verdad, es decir, que ser irreverente y descarada forma parte del personaje creado por ella misma para estar siempre de moda y, de paso, vender los millones de discos que vende. Pocas artistas manejan tan bien los cambios, incluso los más bruscos, como ella. Sabe, perfectamente, cuándo reinventarse para sobrevivir en un mundo donde mueren estrellas a diario. Y lo hace a pesar de que no tiene una voz privilegiada. Pero los seguidores, que por lo visto son muchos, se lo perdonan todo desde 1984, cuando debutó. Para Rooper Alvarado, locutor y productor de radio, Madonna es, en realidad, un producto que ha sabido manejarse muy bien. "Ella sabe vender su imagen. Siempre ha estado acorde con la moda, pero sin ser la moda, porque las modas pasan...Todo lo que hace es fríamente calculado como parte de este 'show business'", dice. ¿Para qué cambiar? Madonna no es ya la rubia frívola de los ochentas, pero conserva la esencia irreverente de aquellos años. Ahora tiene familia, se le nota más madura y la imagen de empresaria y mujer espiritual hasta infunde respeto en algunos. Pero si algo no cambia es la rebeldía y la irreverencia provocadora de sus actos, algo que volvió a dejar claro el domingo pasado cuando comenzó su nueva gira mundial "Confesiones sobre una pista de baile" en la ciudad de Los Ángeles. El espectáculo le paró el pelo, por igual, a sus seguidores y a las autoridades religiosas. Durante el concierto, de dos horas, se hizo colocar en una cruz de vidrio y diamantes luciendo una corona de espinas para cantar "Live to tell". De paso, aprovechó para mostrar imágenes de video mezclando a Bush, Hitler y Bin Laden. Un día después, el presidente de la Liga Católica, Bill Donohue, calificó los actos como "algo patético". "Creo que no se le pueden enseñar nuevos trucos a una vieja estrella del pop", dijo, según la agencia DPA. Esta no es, claro, la primera torta (premeditada) que se jala con los líderes religiosos. En 1990, el papa Juan Pablo II llamó a boicotear el tour "Blonde ambition" porque ella simulaba masturbarse durante una canción. Años antes, el Vaticano había condenado el video "Like a virgin" donde Madonna quemó cruces y le estampó un beso a un Jesucristo negro. La revista Time ha llegado a definirla como "fresca, descarada y seductora" por los escándalos sexuales que provoca y por la poca importancia que parece darles. Y así es, en 1993 le erizó el pellejo a los puritanos con la publicación de "Sex", el libro donde aparecía desnuda, en escenas lésbicas, sadomasoquistas y de sexo en grupo. Pero el nacimiento de Lourdes, en 1996, pareció haberla alejado de la polémica y los escándalos y entonces empezamos a verla como mujer madura y madre responsable. Esa "etapa buena" culminó en el matrimonio con el director de cine Guy Ritchie, en el 2000. Viaje religioso En una década, Madonna cambió la imagen vulgar de "Sex" por la de una tierna escritora de libros infantiles cuando, en setiembre del 2003, publicó uno al que llamó "Rosas inglesas". Ese giro hacia la seriedad vino acompañado de una nueva forma de vida, más modesta y serena, influenciada por el estudio de la cábala, una tradición mística judía que, incluso, en el 2004, la llevó a cambiarse el nombre por el de Esther (estrella, en hebreo). "Me pasé al menos una década quitándome la ropa y dejándome fotografiar; diciendo palabrotas y esa clase de cosas", reconoció en una entrevista con la cadena ABC. "No lo lamento (...) quiero decir... Que todo el mundo se quita la ropa ahora... Pero me molesta un poco que las personas piensen que esto (la cábala) es una tendencia de moda a la que me he sumado". Hay quienes sostienen que se trata de otro de los tantos cambios pasajeros que ha metido en su vida. Habrá que ver. A ponerle... A pesar de la maternidad nunca ha descuidado la carrera y sus propuestas artísticas se renovaron tanto como ella. En el álbum "Ray oh light", de 1998, renacía con un estilo sofisticado de música electrónica, muy pegada en Europa y muy apropiada para estrenar un siglo. El cambio fue tan bien recibido que en 1999 ganó cuatro Grammy (los primeros en 16 años de carrera) incluyendo el de mejor álbum pop. Pero como no le basta con cantar siempre busca ponerle pimienta a la carrera artística. En 2003, fiel a su estilo, "apretó" con Britney Spears en el escenario durante la entrega de los premios MTV, en Nueva York. La imagen le dio la vuelta al mundo, le sacó las babas a más de uno y (lo esperado) la disparó en las listas de éxitos. No por casualidad es la artista con más discos vendidos en todo el mundo (más de 208 millones) y se dice que su fortuna supera los $500 millones. Con el nuevo álbum, "Confesiones en una pista de baile", revive la música disco y, según la revista Billboard, las ventas de su actual gira podrían ser de hasta $200 millones. Está claro, la reina de la provocación no tiene intenciones de entregar la corona.
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