José Bernardo Naranjo, tenista que venció la leucemia
Raqueta de acero
“Debemos pensar que los sueños se pueden cumplir, y luchar hasta hacer lo que más nos gusta”. Neyssa M. Calvo Achoy
José Bernardo Naranjo sabe muy bien jugar tenis, pero, mucho más, hacer que sus sueños se vuelvan realidad, poniendo el corazón en lo que quiere.
En 1979, cuando era un ilusionado muchacho de 18 años, se enfrentó con la leucemia. En esa época, estudiaba economía, en Oregon, Estados Unidos, siguiendo los pasos de su padre.
Los médicos le pronosticaron dos meses de vida si no se sometía de inmediato a la quimioterapia.
Empezó la “quimio”, pero no fue suficiente. En febrero de 1980 fue necesario hacerle un trasplante de médula ósea, en el estado de Seattle, y su hermano mayor, Héctor Andrés, fue el donante.
Hoy, 26 años después de aquella cirugía, siente que Dios le brindó la oportunidad de empezar de nuevo.
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Nicoa Ríos /Al Día
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¿Qué hizo? Empezó a ver la vida con otros ojos.
De repente apreció el canto de los pájaros, y tomó la decisión de cambiar de carrera: dejó las teorías económicas por su verdadera pasión, el deporte.
Aprendió, además, a pensar en él y en no soltar sus sueños hasta cumplirlos.
Lo importante, enfatiza, es fijarse un camino, y levantarse, sin importar las veces que sea necesario, porque hay tropiezos.
Entre 1982 y 1986, estudió educación física, en Estados Unidos, y se especializó como instructor de tenis.
Cuando su padre enfermó, regresó a Costa Rica para quedarse, en 1987.
En esta tierra, se enamoró de la que hoy es su esposa, Karla Umaña, tenista, y con quien tiene una niña de 10 años, Mónica.
La familia le heredó una propiedad en San Antonio de Desamparados, y ahí construyó, en 1990, una cancha de tenis para dar lecciones.
Esa es su escuela. Les enseña a grandes y chicos su pasión más allá del deporte, pues no solo les brinda salud física sino también mucho bienestar mental.
Él sabe cuáles son los beneficios del ejercicio, pues fue precisamente el deporte lo que le ayudó a sobrellevar los tratamientos luego del trasplante de médula.
Al principio, recuerda que no aguantaba ni un minuto, pero, poco a poco, fue aumentando la rutina diaria.
“Me hizo sentirme vivo, con energía. Me dio fortaleza física y mental para plantearme una vida de retos”.
Metas
Estimular la práctica del tenis en el país, siempre ha sido una de sus grandes metas. Por eso, cuando abrió la academia en San Antonio de Desamparados, inmediatamente, creó el torneo de tenis “La Copa Navidad Interfín” con 30 participantes.
El evento se realiza desde hace 16 años. El 28 de octubre pasado, se inició el torneo del 2006, pero esta vez con 800 tenistas nacionales.
Los próximos fines de semana serán las eliminatorias, y la final el 10 de diciembre.
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Foto: Nicoa Ríos /Al Día
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