Wendy Alpízar, novia de Hernán Medford
Psicóloga de Medford
Solo ella sabe cómo domar al impetuoso entrenador de la Selección Isaac Lobo
La conocen como la “Machota de Medford”, pero a Wendy Alpízar eso no le molesta, al contrario, le hace gracia, pues es una chica simpática, que sabe muy bien que ser la novia del exentrenador del Deportivo Saprissa la pone en boca de mucha gente.La joven ateniense de 27 años, madre de dos niños y futura psicóloga sabe cómo tratar a Medford. Con ella nunca se ha enojado o tirado la gorra al piso, como lo ha hecho en el campo de juego. Para ella, solo hay besitos, abrazos y amor.
¿Cómo se percibe?
Como una mujer luchadora, capaz y valiente. Mucha gente cree que soy repugnante, pero cuando me conocen se dan cuenta de que no es así.
¿En qué trabaja?
En una empresa de seguridad. Yo soy polígrafa, la que maneja el detector de mentiras.
¿Le conoce las mentiras a Medford?
Si pudiera se lo pondría, pero igual no hace falta, lo conozco muy bien.
¿Le molesta que le digan “La Machota de Medford”?
Al principio, me sentía incómoda; sin embargo, ya no me molesta. No sé si es por ser machoooota. De hecho, me imitan en “Pelando el ojo” y me hace gracia. Hernán y yo lo escuchamos.
¿Con usted es enojón?
Para nada. Conmigo nunca ha tirado la gorra. Hernán es muy desesperado, y yo más analítica, eso hace el balance. Nunca peleamos.
¿Cómo lo conoció?
Cada vez que me acuerdo, se me llenan los ojos de lágrimas. Nos presentó un amigo en común en Atenas. Luego, él me llamó y fuimos a La Cantina en Escazú. Nos hicimos novios ese día.
¿Cómo es con usted?
Súper cariñoso, siempre me ha dado mi lugar. Me respeta, es muy cariñoso. Yo sé que mucha gente piensa que no. En la cancha es una persona y en lo privado es otra. Es súper chineado y le gusta que le haga masajes.
¿Por qué se enamoró de usted?
Porque soy muy segura, dice que le encanto toda. Eso me lo dice siempre.
¿Le tiene apodo?
(risas) Le digo mi amorcito. Papacito.
¿Cuánto calza?
43 (risas).
¿Le parece bien? ¿ feliz?
Muy bien, ¡si pudiera contar. Estoy muy feliz en ese aspecto.
¿Le regala mucho?
Él es muy chineador, me encanta el oso que me dio hace mucho. Duermo con él.
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