Premio nacional Mauro Fernández

Para un maestro rural con cariño

Arias pide a educadores innovar

Con solo 18 años, Óscar Valverde Acuña, de Pérez Zeledón, impartió su primera clase en un alejado pueblito de la zona sur.

Hoy, 24 años después, tras gastar decenas de tizas escribiendo en los pizarrones para educar a los niños, se ha convertido en todo un ejemplo para los maestros y profesores del país.

Por eso, el Ministerio de Educación y la Presidencia lo distinguieron ayer con el Premio Nacional de Educación Mauro Fernández, el cual reconoce su trayectoria y, al mismo tiempo, le otorga un año sabático, con goce de salario, para emprender otros estudios.

Valverde es oriundo de Pérez Zeledón y, durante su larga trayectoria, fue maestro y director de escuela en su ciudad natal, así como supervisor de la región. Actualmente, se desempeña como director de la subregión educativa de Sarapiquí.

“Cuando yo empecé a dar clases, las cosas eran muy distintas, pues tenía que caminar mucho para llegar a la escuela. Sin embargo, lo hacía con gran emoción. Los maestros de hoy en día deben entregarse por completo a la profesión que han escogido”, dijo.

El presidente Óscar Arias hizo una invitación a los educadores para ayudar a realizar una gran reforma educativa.

“La educación debe ser, ante todo, una herramienta de adaptación para nuestros estudiantes. Ello obliga a los docentes a un proceso constante de análisis y de estudio. No me cabe la menor duda de que, para llevar a cabo una reforma, es necesario hacer esto”, afirmó Arias.