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Jueves 23 de noviembre, 2006, San José, Costa Rica. |
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Álvaro Guerrero arrodilló a catrachos Ortega no sabe perder Técnico del Olimpia dijo que Puntarenas es un equipo “mejenguero” Juan diego villarrealjvillarreal@aldia.co.cr Puntarenas. En un juego no apto para cardiacos, el técnico porteño, Luis Diego Arnáez, hizo ingresar a un joven llamado Álvaro Guerrero, de 20 años, con la misión de correr, hacer su fútbol y anotar. Ese movimiento fue el principio del fin para Flavio Ortega, entrenador del Olimpia, y sus pupilos. Al final Guerrero hizo vibrar de emoción a toda una provincia, al anotar dos veces y darle un agónico triunfo a Puntarenas 3-2 sobre el Olimpia de Honduras, en el primer partido de la final del Torneo de la UNCAF. Guerrero, artillero oriundo de Orotina, de cabeza en el epílogo culminó le heroica remontada de 3-2, para hacer enfadar al técnico olimpista Flavio Ortega, quien tras el pitazo la emprendió contra el equipo porteño, al cual trató de “mejenguero” y no le dio crédito por la victoria. “Ganaron a su manera, al pelotazo, tirando patadas sin mostrar un fútbol coherente, además de la ayuda del árbitro”. Sorprendido por las palabras de su adversario, el técnico porteño, Luis Diego Arnáez, sentenció: “si con pelotazos puedo ganar el juego, al tener un delantero que gana los balones y lo pone en el piso (Kurt Bernard), voy a seguir jugando de la misma manera. No cambiaré”. “A Honduras vamos a ir con la misma mentalidad de ganar, no importan las críticas ni lo que diga el rival, pues allá vamos a ver quién es quién”. El juego fue vibrante y disputado, tanto que el capitán arenero Roberto Wong, en una acción en el área, quedó tendido con una herida que ameritó ocho puntadas y tuvo que salir del campo con solo 20 minutos de acción. Nahún Ávila puso adelante a los catrachos antes de la media hora del partido, pero Kurt Bernard de cabeza igualó. Así nos fuimos al descanso, donde hubo imprecisiones durante la presentación de un grupo coreográfico que tenían los porteños, pues ni siquiera se pusieron de acuerdo en la primera canción que iban a bailar. En el complemento, Wilson hizo el 1-2, pero entonces surgió el alma guerrera chuchequera, dejando tendido a Flavio Ortega, quien definitivamente no supo perder en el Lito Pérez.
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