Viaja hasta ocho horas para ayudar a la gente

“De donde vivimos, en Cuen, hasta la Cruz Roja, en Talamanca, duramos casi siete horas por la montaña”, dice con satisfacción el indígena Odir Reyes Sistro, de 20 años de edad.

Él y su hermano Bienvenido, de 22, son socorristas voluntarios los fines de semana, y no les importa la distancia que deben recorrer, con tal de ayudar al prójimo.

Tras la caminata, ellos deben cruzar el río Suretka y luego tomar un bus, que dura una hora y quince minutos, hasta el puesto de la Cruz Roja.

“Todo comenzó porque, en una emergencia en mi pueblo, los cruzrojistas llegaron en helicóptero con sus uniformes llamativos y eso nos despertó el interés”, afirma Odir.

“Es una experiencia muy bonita por los cursos que nos dan, y las personas que conocemos. Espero tener mi bachillerato y estudiar para Técnico en Emergencias Medicas”, agrega.