Óscar Domingo, cantante

Obrero del romance

Pasó de cantar vestido como “un ajo” a ser toda una leyenda de la canción costarricense

Un 2 de diciembre del 1979 se escribió la historia. Oscar Domingo interpretó su primer éxito “Rebelde y soñador”. Casi 27 años después es el romántico preferido de los costarricenses, según un concurso de “Hola Juventud”.Este espacio hizo una encuesta para determinar cuáles grupos y canciones han hecho historia en el país. Durante cinco meses recibieron llamadas y unas 13 mil personas emitieron el voto.El cantante cuenta las razones por las cuales sigue en la mente de la gente.

¿Por qué cree que ganó?

Por tres razones, por mi estilo particular, que siempre me estoy renovando y por ser digno, porque no soy ni rellenón, rogón, ni telonero.

¿Sigue siendo un galán?

Ya no, qué va, ahora soy un señor de pelo cano, sonrisa abierta y ternura en las manos.

¿Ya no se le desmayan las mujeres en los pies?

Bueno, sigo teniendo suerte. A mí me dijo una vez José Luis Rodríguez, “El Puma”, que el artista es una ilusión, muerta la ilusión, muerto el artista. Por eso procuro que mis canciones sigan dando ese efecto.

¿La vida le ha salido con un domingo 7?

Si me pasa algo malo, lo analizo y me echo una risa, y sigo adelante. A pesar del tiempo todavía continúo con mi agenda llena.

¿Qué le aburre más que un domingo sin plata?

La “avioneta set”, la farándula. Tengo tantos años que no asisto a ninguna fiesta, uno vive de lo que le cuentan, nada más. Ese ambiente no tiene que ver conmigo, porque soy un obrero del romance.

¿Qué hace los domingos?

Dedicado a la familia, de no ser que estemos en gira. Luego de cantar yo me recluyo en mi casa, soy un típico “culeco” (casero).

¿En domingo no se trabaja?

No, definitivamente, trato de compartir con mi esposa, mis tres hijas y mis dos hijos y un nieto.

¿Cómo le va en la finca?

En Guápiles tengo una finca donde siembro jengibre hace cuatro años. Lo vendo a empresas que hacen refrescos. Como yo, es un producto diferente.