Francisco Arredondo, primer centroamericano en el Dakar
Un chapín pura dinamita
“Todos los sueños se pueden lograr tan solo hay que ponerles dosis de trabajo y de mucha paciencia” Neyssa M. Calvo Achoy
A los 12 años Francisco Arredondo se subió a su primera motocicleta y hoy 17 años después todavía siente cómo la adrenalina se eleva al encender el motor.
Su nombre se escucha en Guatemala, su tierra natal, y también entre los grandes motociclistas del mundo, pues es el primer centroamericano en participar en la categoría de motos en el clásico rally Dakar que ha cobrado la vida de 17 corredores.
La carrera se inicia en Portugal y recorre cuatro países africanos atravesando la arena del desierto, rocas, barro y vegetación.
Francisco estuvo el martes anterior en el país, en el colegio de Médicos, para hablar de sus aventuras y también de cómo supera retos para así alcanzar sus sueños. La semana anterior manejó por el desierto de Egipto en el rally Los Faraones y quedó en el puesto 34. Una travesía difícil, pero que lo prepara para su siguiente reto: el rally Dakar2007, el 6 de enero.
Para este chapín el ejercicio es casi como el alimento que necesita para vivir. Se levanta a las 6 a.m. y antes de entrenar desayuna como Dios manda: huevos revueltos y frijoles arreglados, nada de arroz.
Francisco también ha dejado huella en los deportes sobre agua, pues logró en mayo del 2004 viajar de Guatemala a Cuba en una moto acuática.
La aventura parece ser su segundo apellido y aunque el peligro viaja con él asegura que no se sube a la moto pensando en que puede morir.
Tan solo piensa en sortear los huecos y demostrar en la meta que sí se puede llegar.
Su vida siempre ha sido de esfuerzo y ante la pregunta de si le gustaría ser otra persona y dedicarse a otra actividad, no dudó en responder que jamás haría otra cosa.
Incluso en los últimos días de su vida se ve ejercitándose y navegando en el mar.
¿Qué cosas le roba una profesión como la suya? Nada, dice porque ha logrado conseguir lo que desea: estudiar, trabajar, entrenar, conocer gente alrededor del mundo y probar comidas tan exóticas que me jor “ni pregunto qué estoy comiendo”.
El trabajo y el deporte lo han llevado a tierras orientales: China, Hong Kong, también a África, Europa, Perú, Bolivia y Centroamérica, entre otros destinos.
Su familia siempre ha estado pendiente de sus travesías, su mamá, Beatriz lo mantiene al tanto de su posición al final de cada competencia con ayuda de Internet.
Luego, vuelve a casa (Guatemala) y se da unas horas consigo mismo para meditar.
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En tiquicia
Francisco Arredondo supo combinar el deporte con el estudio y hoy tiene bajo el brazo el título de Administrador de Negocios con una maestría en Finanzas.
El martes, no fue la primera vez que visitaba Costa Rica, pues hace año y medio, compró una fábrica de embutidos. Él es gerente de una empresa familiar de venta de carnes.
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