De frente

Ella no ladra, muerde calladita

La modelo que deslumbró en el Estadio Repretel, Karina Aguilar, revela cómo matar dos pájaros de un solo tiro

Karina Aguilar afirma que en una relación de pareja lo que más le gusta es la etapa de conquista. Para ser más específico, los juegos de la seducción: miradas, pellizquitos...pero ¡hey, cuidado!, esos van por la cintura.

Los ticos la recordamos como la más voluptuosa de las rumberitas que bailaban en los bares y estadios.

Antes de que se nos escapara, la sentamos en el banquillo de la “contracara”.

Busque un rinconcito como hace ella, acomódese, porque esta vecina de Rohrmoser sacará todo lo que lleva en el corazón.

¿Era traviesa?

¡Demasiado! De hecho, fui la oveja negra de mi casa.

Entre un beso en el cuello y un susurro al oído, ¿cuál escoge?

Una combinación de ambos porque se siente rico. Además, como la boca y el cuello están tan cerca, podemos matar dos pájaros de un solo tiro, ¿no cree?

¿En qué se fija cuando ve a un hombre?

Me encantan las piernas y la cara. Me fijo en el trasero.

¿Posaría desnuda?

Si me ofrecieran un buen contrato fuera del país, tal vez lo haría, pero que sea artístico, nada pornográfico.

¿Con la luz apagada o encendida?

Encendida por supuesto, y si hay un espejo mejor.

¿Se ha bronceado en el techo o en el patio?

¡Claro!, cuando estaba en el ‘colé’ hasta me echaba mantequilla. Pero no se lo recomiendo a nadie porque el techo se calienta mucho.

Lo más atrevido que ha hecho...

Se lo dejo así: Perro que ladra no muerde, y yo soy muy calladita (se ríe).

¿Qué es lo que estudia?

Derecho penal.

La noche de brujas, ¿de qué se disfrazará?

Aún no sé. Podría ser una conejita de “Playboy”, con el traje que tenga una colita.

¿Es necesario que una modelo tenga implantes para ‘pegar’ en el país?

No. Sinceramente, yo me equivoqué al operarme, pues me pusieron más de la cuenta. Me sentía incómoda y tuve que reducir el tamaño de mis pechos. Me arrepentí de haberlo hecho.