San José Costa Rica. Edición del 24/septiembre/2006. Ir a Al Día
 

Gabriela Ugarte, periodista

Hmm... qué rico

¡Lástima que solo tenga tiempo cada seis meses!

Angie Ortega Umaña

Gabriela Ugarte deleita con su buen modo a los televidentes que ven RTN Noticias, en canal 13, todas las noches.

Pero, cuando se trata de agasajar a su esposo, el pobre tiene que esperar al menos seis meses…

Así es, porque, además de la falta de tiempo por las responsabilidades que tiene en su trabajo, la verdad es que a Gabi no le gusta el arte culinario. Por eso, solo cada seis meses se mete en la cocina y organiza un maratón de arroz con palmito.

“Mi esposo me ruega que se lo prepare. Lo come en la mañana, en la tarde y en la noche. Le gusta tanto que se enferma del estómago. Además, es una comida poco liviana, no quiero engordar”, comenta.

A ella le gustan los platillos rápidos, como los sándwiches y chalupas; aquellos que no le demandan más de 10 minutos. Pero cuando hace arroz con palmito, es todo un pegue.

Gabriela se sacó de la manga la receta hace dos años, cuando le dio por entrar más seguido a la cocina.

Inmediatamente, le impuso su sello personal y se tiró a pista agregándole palmito a una salsa blanca que su suegra utiliza en otra preparación. ¡Qué vivilla!

Arroz con palmito

Ingredientes

½ cebolla mediana, bien picada

3 ajos

250 gramos de queso mozzarella

1 “pyrex” engrasado y 3 tazas de arroz precocinado

Para la salsa:

1 cucharadita de jengibre picado fino

3 chiles jalapeños picados

El jugo de 2 limones

1 taza de salsa ketchup

1 cucharada de culantro picado

Sal al gusto

Preparación

Derrita la margarina a fuego lento en una olla. Luego, agregue la cebolla y los ajos, y deje que se doren; seguidamente, incorpore la crema dulce con la cucharada de maicena y el palmito picado en trocitos. Cuando hierva, agregue la pizca de sal. Luego, en el “pyrex”, coloque una capa de arroz, un poco de salsa de palmito y una capa de queso, y así hasta terminar los ingredientes.

“No me complico”

Como toda mujer moderna, divide el tiempo entre el trabajo y el hogar. Ingresó al Sinart en 1999.

Tiene tres años de casada y piensa llamar Camila a su primera hija. En la casa, su esposo marcó el terreno en la cocina. Por eso, cada muerte de obispo, ella cambia el micrófono y las cámaras por el cucharón; de todas formas, asegura que no se enreda ya que su marido es mejor cocinero que ella.

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Abelardo FONSECA / Al Da