Menor que fue impactado por bala perdida

“Operarlo sería correr riesgos innecesarios”

Especialista dice que el cuerpo expulsará proyectil

Al cumplirse hoy cuatro días de haber sido baleado en la espalda, el niño Derek Díaz Durán, de 8 años, le sonríe a la vida en la Unidad de Cuidados Intermedios del Hospital Nacional de Niños, donde podrían darle de alta en los próximos días.

Según el doctor Marco Vargas Salas, jefe de la Unidad del Trauma, la bala no compromete ningún órgano y, por eso, decidieron no efectuarle ninguna intervención quirúrgica.

“La bala está pegada a la aorta. Entró a la par de la columna en la décima costilla”, comentó.

Vargas dijo que no operarán a Derek, pues no está en riesgo ningún órgano, por la poca cantidad de plomo que va a salir de la bala, y porque no se obtendría ningún beneficio y se le expondría a un riesgo. La bala saldrá sola.

El especialista señaló que no puede referirse al tipo de proyectil o diámetro de la herida, debido a que el OIJ se lo prohibió.

“El menor es un niño normal que fue baleado por desconocidos cuando jugaba”, agregó.

Por su parte, María Isabel Durán, madre de Derek, afirmó ayer por teléfono que su hijo pasó la noche bien y se mantiene comiendo de forma adecuada.