OIJ busca a madre e hija

Duermen a hombres para robarles

En Santa Cruz, dos víctimas despertaron tres días después en el hospital de Nicoya

Santa Cruz, Guanacaste. - Una pareja de hermanos que actuaron como auténticos “samaritanos” con dos mujeres que no tenían donde pasar la noche, hoy se lamentan de su actuar, después de que ellas les “echaron” algo en unos tragos y se despertaron tres días después en el hospital de La Anexión en Nicoya.

Las mujeres, supuestamente madre e hija, de nacionalidad nicaragüense, llegaron un día pidiendo posada porque estaban de vacaciones en Santa Cruz y no les alcanzó el dinero para un hotel.

El dueño de la vivienda de apellido Álvarez, que alquila un cuarto a los hermanos Hilario y Rolando, les permitió dormir en unos sillones de la sala.

Los días fueron pasando, entre los inquilinos, el casero y las dos damas ya cuarentonas y bien conservadas, según recuerdan.

Entre ellos surgió una bonita amistad, asumiendo las mujeres algunos deberes hogareños como lavar platos y la ropa, y ellos dándoles de comer.

A los siete días, ellas anunciaron que al día siguiente regresaban a sus trabajos en una fábrica de camisas en Esparza.

El jueves, para sellar la amistad, los hombres prepararon unos tragos acompañados con boquitas de chicharrón y hasta cantaron a coro Mujeres divinas.

“Me extraño que mi hermano Rolando con un trago se durmiera, cuando aguantamos entre 10 y 12 cervezas” narró Hilario al OIJ de Santa Cruz, al recordar que al tercer trago el sueño lo venció.

Los compañeros de trabajo extrañados porque el dueño de la casa y los hermanos no salían de sus cuartos, donde solo se oían ronquidos, decidieron el viernes botar las puertas.

“Nos despertamos el sábado como al mediodía en emergencias del hospital de Nicoya, no recordando nada, con una gran tembladera, casi nos matan por buena gente” comentaron.

Al llegar a la casa, la sorpresa fue mayor pues las mujeres se habían llevado dos televisores, otros electrodomésticos paños nuevos, pasaportes y tarjetas de crédito.