Sexo y más

¡Para quitar el miedo!

Los temas íntimos se deben tratar con toda naturalidad

¿Qué será lo que atraviesa por nuestras mentes que cuando hablamos de sexualidad pensamos inmediatamente en penetracion, coito, vagina, pene?

Iniciemos este diálogo y tegamos siempre en cuenta que la sexualidad es una vivencia subjetiva, es decir, una experiencia podría ser placer para mí y para otra persona no, e incluso algo que a mí me gusta mucho, a esa otra persona puede parecerle repulsivo.

Desde chiquitos

¿Y dónde se ubica entonces la sexualidad? Así como la inteligencia se ubica en el area cognitiva, la sexualidad se ubica en el area afectiva y por lo tanto dependerá de dónde nacimos, cómo crecimos y cómo nos criaron en nuestros hogares.

Rogger BUSTAMANTE

¿Será su hogar, un lugar en donde le expresaban frases afectuosas, lo “apapachaban” y “chineaban”, aún siendo un (a) adolescente?

Si la respuesta es afirmativa, aumentan las posibilidades de que usted pueda dar lo que recibió. De lo contrario, puede que más bien busque “ansiosamente” lo que no le dieron.

Si además integramos todos los comentarios y las opiniones que escuchamos en casa cuando se refieren a algo relacionado con la sexualidad, nos formamos aun más, aunque esa “educación” en muchos casos sea ineficiente, llena de mitos, prejuicios y sentimientos de impureza entre muchos otros.

Veamos un ejemplo: por tradición, al varón se le premite que hable de sexualidad –aunque lo que comente sean fanfarronadas– pero las mujeres, todavía en este siglo, deben seguir llegando “vírgenes” al matrimonio.

Todas estas ideas y opiniones que escuchamos en nuestros hogares, más la pobre y deficiente formacion sexual en las escuelas y colegios, nos lleva a ser personas que se enfrentan a una sexualidad totalmente genitalizada y teñida de morbosidad, y esto es más deformante de lo que nos imaginamos.

Un reto

Qué difícil tarea tenemos todos en este quehacer humano , para definitivamente “HUMANIZAR” la sexualidad, es decir, volverla más sencilla, cómoda, con gozo y respetuosa, para que exista armonía entre lo que pienso, siento y hago.

Ante esto, me llegan a la mente todas las preguntas que día con día se me hacen y que probablemente quien lee estas líneas también se ha cuestionado alguna vez:

¿El tamaño del pene importa? ¿tendré la vagina muy cerrada? ¿cuál es la frecuencia “normal” de sexualidad en la semana, o quincena o mes? ¿qué hago para mejorar mi control eyaculatorio? ¿por qué si tengo 30 años, me cuesta mantener una erección? ¿qué es un orgasmo femenino? ¿dónde se obtiene el orgasmo? ¿qué se debe sentir en la vagina? ¿por qué no tengo deseos sexuales y me da pereza el sexo, si yo quiero a mi pareja?

Tantas interrogantes e inquietudes nos surgen en este tema tan humano, pero tan difícil de enfrentar.

Lo más íntimo

Los invito a que estemos en contacto y nos comuniquemos, para así ir esclareciendo y enfrentándonos a una sensación muchas veces incomprendida: el placer.

Aprendamos juntos sobre la sexualidad, la experiencia más íntima y humana que tenemos y que a todos nos atraviesa de diferentes formas, dejando buenas y malas experiencias, pero al fin ¡experiencias!

La idea es que vayamos creciendo y rescatando lo sano, lo agradable y satisfactorio que es para todos disfrutar de la sexualidad humana con respeto, sensibilidad y reflexión.

El objetivo es que la disfrutemos sin miedos, ni prejuicios, ni tabues ni deformaciones.

Los invito a que nos escriban en el consultorio de Vivir Hoy, en la página de Internet www.aldia.co.cr

Cada domingo aquí nos encontraremos y responderemos sus inquietudes siempre con la visión que hablamos, la visión humana de la sexualidad.